En las últimas semanas, hemos sido testigos de una mejora en la situación comercial en la frontera Uruguay-Argentina, especialmente beneficiando al comercio local en el litoral norte uruguayo. Sin embargo, es imperativo señalar la negligencia del gobierno nacional uruguayo en abordar esta problemática durante los últimos dos años. A pesar de los persistentes llamados de los gobiernos departamentales y los centros comerciales locales, las propuestas para implementar medidas como la micro-importación, igualar precios de combustibles y establecer tarifas diferenciales para alimentos básicos fueron ignoradas por el gobierno.
Durante 2022 y 2023, las caravanas de vehículos cruzando la frontera fueron una manifestación clara de las dificultades enfrentadas por la población y los comerciantes. La falta de respuesta y acción por parte del presidente Lacalle Pou y el secretario de la Presidencia Álvaro Delgado contribuyeron al cierre de negocios y pérdida de empleos, generando un aumento del desempleo y el informalismo. La realidad argentina, que afectó negativamente en 2023, ahora ha cambiado, pero la pasividad del gobierno uruguayo en ese momento sigue siendo evidente.
La subida de precios de combustibles y alimentos con la llegada de nuevas leyes solo aumentó las dificultades económicas en la región. La falta de interés y voluntad por parte del gobierno nacional para tomar medidas concretas muestra su indiferencia hacia los habitantes del litoral norte uruguayo. Si se hubieran implementado acciones oportunas, muchos comercios podrían haber evitado el cierre y los trabajadores podrían haber conservado sus empleos. Es evidente que esta administración ha lavado sus manos ante la responsabilidad de revertir la situación en nuestra región, dejando a los ciudadanos del litoral norte uruguayo a merced de las circunstancias económicas y sin el respaldo necesario.
Aquí quiero ser bien claro. Álvaro Delgado, en su papel como Secretario de la Presidencia, ha demostrado una indiferencia desalentadora hacia la crítica situación económica en el litoral norte uruguayo. Su inacción y falta de respuesta a las propuestas y llamados de los gobiernos departamentales y centros comerciales locales revelan una total negligencia ante las dificultades que enfrentan los habitantes de esta región. La pasividad durante los últimos dos años, especialmente en el contexto de la mejora de la situación en la frontera Uruguay-Argentina, resalta su falta de liderazgo y compromiso con la población. Los cierres de comercios y la pérdida de empleos podrían haberse evitado con una voluntad real de abordar las problemáticas planteadas, pero Delgado, al igual que el gobierno, ha optado por lavarse las manos, mostrando una desconexión alarmante con las realidades y necesidades del litoral norte uruguayo.
La táctica de Delgado es la misma que la de Lacalle Pou, los dos tic azules de la campaña del ahora Presidente se repiten con el candidato blanco. Los tic azul no sirven solo en la gráfica de campaña, representan lo que supieron hacer con el interior de nuestro país: clavarnos el visto.
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