El Sindicato Médico del Uruguay (SMU) firmó el acuerdo tripartito con las mutualistas prestadoras de salud y el Ministerio de Trabajo (MTSS) vinculado al cierre de Casa de Galicia. «Es histórico ya que es la primera vez en una quiebra mutual en la que los médicos son contemplados conservando el empleo», tuiteó el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, este sábado. «La solución escala rápidamente y en forma solidaria, contemplando tanto a médicos como cirujanos y anestesistas, ya sea tanto en relación de dependencia como contratados», detalló Salinas e indicó que hubo «participación activa» de ambos ministerios. De esta manera, «se aseguró la continuidad del trabajo médico, la calidad asistencial y los principios» del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS), valoró el titular de la cartera de Salud. Según reza el pacto firmado, compartido por Salinas en la red social, los prestadores de salud receptores de los trabajadores que pertenecían a Casa de Galicia asignarán $19.000.000 nominales mensuales. Esta cifra «será destinada a las retribuciones fijas y variables que serán abonadas a los trabajadores», además de que se le «adicionarán las correspondientes incidencias». Por su parte, el SMU compartió en su página web un asesoramiento jurídico para acompañar a los funcionarios ex Casa de Galicia en los trámites de despido y reclamo de rubros salariales. «Se aseguró la continuidad del trabajo médico, la calidad asistencial y los principios del SNIS», agregó Salinas.
La posición del Sindicato Médico
En una columna, firmada por su presidenta la doctora Zaida Arteta, el Sindicato Médico del Uruguay (SMU) explicó en qué consiste el acuerdo y la valoración que ha hecho el sindicato. Afirmó que alcanzará a «al menos 250 trabajadores», manteniendo similares laudos, con un cronograma de incorporación de no más de 75 días en total. Agregó que se destinarán al menos 19 millones de pesos mensuales para pagar aguinaldos, salarios vacacionales y otros beneficios. En la columna, la presidenta del SMU afirma textualmente: «En el día de ayer (viernes) se firmó el acuerdo entre trabajadores médicos, representados por el SMU, Poder Ejecutivo y empresas prestadoras de salud que absorbieron a los socios de la ex Casa de Galicia, respetando las decisiones del Gremio Médico de Casa de Galicia en todas las instancias.
En el mismo, en líneas generales se establece que alcanzará al menos a 250 trabajadores, priorizados de mayor a menor dependencia económica de la mutualista que cerró, manteniendo similares laudos, (condiciones de trabajo y remuneración), con un cronograma de incorporación de no más de 75 días en total. Para ello se destinarán entre las 5 mutualistas que recibieron socios, al menos 19 millones de pesos mensuales (aguinaldos, salarios vacacionales y otros beneficios aparte), que también se ejecutarán en su totalidad en caso de superar 250 personas hasta que se llegue a este tope. Asimismo se estableció que en la distribución los médicos y médicas deberán mantener al menos el 70% de trabajo y remuneración.
Esto es independiente de lo que establece la ley, de que todo el conjunto de trabajadores que no sean absorbidos en esta primera instancia formara parte de una bolsa de trabajo a la cual deberán recurrir inicialmente estas cinco empresas siempre que deseen contratar a un médico o médica antes de hacer un llamado o contratar a otros.
También es independiente de cuál sea el prestador que gane la licitación del sanatorio y desee contratar a las personas que allí trabajaban, si bien en algunos casos se puede superponer (alguien priorizado en la absorción inicial y que además se le ofrezca seguir en el sanatorio en el periodo de transición o luego de la venta, en este caso la persona podrá optar). Por lo tanto, el número de personas que conservarán el trabajo si bien es incierto hoy, es altamente probable que supere esta cifra acordada como mínima.
Se creó además una comisión de seguimiento tripartita que entenderá en cuestiones relacionadas a la ejecución del acuerdo.
¿Estamos conformes? No. Definitivamente.
Una vez culminada esta etapa, podemos ver el medio vaso lleno: los colegas que dependen económicamente de CDG tendrán en breve un trabajo y condiciones similares, algunos de ellos con suerte podrán seguir a los pacientes que conocen, las instituciones receptoras podrán mejorar la calidad de la atención brindada incorporando a estos colegas, ya que de un día para el otro aumentaron el número de socios entre un 10 y 20%, y el medio vaso vacío: muchos (más de la mitad) colegas perdieron esta fuente laboral, ya no asistirán más a las personas para las que eran referencia.
No es la primera vez que una mutualista cierra y/o es absorbida por otra por problemas financieros y de gestión. No es cierto que el gremio médico no haya tenido participación anterior en estas situaciones, cuidando las fuentes laborales y la calidad de la atención a los usuarios, esta es una más, el resultado no es tan bueno como en otras ocasiones y está determinado por múltiples variables. Podemos plantear algunas que darían para análisis más profundo, pero no puedo dejar de mencionar aquellas como el breve lapso de tiempo de la negociación a partir de una ley que no estableció un mínimo de trabajadores a distribuir, ni condiciones mínimas como el respeto de los laudos, o la relación de dependencia para que se mantengan los derechos laborales básicos.
Vimos como existe una postura política equivocada (que vaya una a saber que prioriza), que defiende el trabajo médico de baja carga horaria, baja dedicación, baja remuneración, multiempleo y por tanto menor calidad y mayor incertidumbre.
Este camino recién empieza, fuentes de trabajo por conservar y recuperar aun, pero sobre todo condiciones y laudos que son derechos. El SMU trabajara sin pausa en la comisión de seguimiento del acuerdo y en vistas a la solución del sanatorio y sus trabajadores junto al Gremio Médico de Casa de Galicia».