El Partido Comunista del Uruguay (PCU) celebró este fin de semana su XXXIII Congreso, instancia que reunió a más de mil delegados y culminó con la reelección del ministro de Trabajo y Seguridad Social, Juan Castillo, como secretario general de la fuerza política.
Castillo, quien ejerce el cargo desde 2017, se impuso en una votación ajustada al senador frenteamplista Óscar Andrade, al obtener 618 votos frente a los 609 alcanzados por su contendiente. El resultado confirmó la continuidad de la actual conducción partidaria, en un escenario de fuerte debate interno.
Durante el congreso también se eligió la nueva integración del Comité Central, que estará conformado por 60 miembros titulares y 30 suplentes. El partido destacó el carácter paritario del órgano de conducción: de los 63 titulares (incluidos tres representantes de la Unión de la Juventud Comunista), 32 son hombres y 31 mujeres.
La instancia contó con la participación de la vicepresidenta de la República, Carolina Cosse, el presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, y otros dirigentes del gobierno nacional, lo que marcó el peso político del encuentro en el escenario frenteamplista.
En sus definiciones políticas, el PCU señaló que el congreso se desarrolló en “uno de los momentos más peligrosos de la historia”, atravesado por la crisis del capitalismo, el surgimiento de un mundo multipolar con los BRICS y el rol creciente de China. En ese marco, el partido advirtió sobre una mayor agresividad de Estados Unidos, al que definió como una “potencia imperialista en declive”.
Entre los principales planteos programáticos, el congreso respaldó la iniciativa del Pit-Cnt de gravar al 1% más rico de la población, señalando que se trata de recursos “necesarios y posibles de obtener” para atender un “imperativo ético”, ante la insuficiencia de los fondos destinados hasta ahora a políticas sociales.
Según consignó Caras y Caretas, Castillo reafirmó el compromiso del Partido Comunista con el gobierno encabezado por Yamandú Orsi y Carolina Cosse, aunque advirtió que el presupuesto quinquenal resulta “insuficiente para las necesidades del pueblo y el programa de gobierno”, pese a considerarlo un paso “importante y necesario”.


BUENO !! EL «CONEJO NEGRO» TIENE ALGUNOS AÑOS MÁS SIN LABURAR….