Durante la jornada del miércoles 7 de mayo, se dio a conocer por parte del Ministerio de Comercio de China que el viceprimer ministro, He Lifeng, viajará a Suiza del 9 al 12 del presente mes para participar en una reunión de alto nivel con representantes estadounidenses. El objetivo de esta reunión será abordar los crecientes desacuerdos económicos y comerciales entre ambas potencias.
Este comunicado se encuentra relacionado con las tensiones generadas por las medidas arancelarias tomadas por la Casa Blanca al asumir su segundo mandato el presidente Donald Trump, donde China se ha visto afectada con un 145% de impuestos para sus exportaciones, lo que llevó al gobierno de este país a responder aplicando la tarifa de 125% para aquellos productos provenientes de Estados Unidos.
Las medidas arancelarias unilaterales adoptadas por el Gobierno de Estados Unidos han generado alteraciones en los lazos económicos bilaterales y en el orden económico y comercial internacional. Según el portavoz del Ministerio de Comercio, estas políticas han planteado serios desafíos para la recuperación de la economía global, lo que ha llevado a China a tomar contramedidas para defender sus derechos e intereses legítimos.
Después de que China incitara en más de una ocasión el diálogo entre las dos potencias, se espera que en este encuentro se logre entablar conversaciones que consideren las expectativas globales, los intereses nacionales y los llamados de la industria y los consumidores estadounidenses.
En los últimos meses, la administración estadounidense ha intensificado su política de sanciones comerciales contra China, alegando prácticas desleales y distorsiones en el mercado. Estas medidas, que incluyen fuertes aranceles a productos tecnológicos y manufactureros chinos, han generado represalias inmediatas por parte del Gobierno de China, desencadenando una escalada que ha puesto en riesgo la recuperación económica mundial.
“Las acciones de Estados Unidos no solo perjudican los intereses chinos, sino que socavan el orden comercial internacional”, declaró el portavoz del Ministerio de Comercio. “China ha respondido con firmeza para proteger sus derechos, pero también está dispuesta a dialogar si hay voluntad real de negociación”.
Un diálogo con condiciones
El encuentro en Suiza marcará la primera reunión de alto nivel desde que se agudizó la guerra arancelaria. He Lifeng, principal responsable de los asuntos económicos bilaterales del país asiático se reunirá con el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, quien estará acompañado por Jamieson Greer, el representante de comercio estadounidense. En lo que desde Beijing se describe como una oportunidad para “evaluar la sinceridad” de Washington. Por parte del secretario norteamericano, declaró en la cadena Fox News que durante el fin de semana se planificarán las bases de charla, teniendo la “sensación” de que se trata de “des escalar, no del gran acuerdo comercial, pero tenemos que des escalar antes de poder avanzar”.
Sin embargo, China ha dejado claro que cualquier negociación debe basarse en tres principios fundamentales. En primer lugar, el respeto mutuo y la equidad, solicitando que Estados Unidos reconozca el impacto negativo de sus aranceles y ajuste su postura. En segundo lugar, la búsqueda de un beneficio mutuo, aclarando, que no habrá acuerdos que sacrifiquen los intereses estratégicos chinos. Por último, china rechaza la coerción, advirtiendo que el Gobierno no cederá ante presiones o chantajes por parte de Norteamérica.
“Estados Unidos debe demostrar sinceridad, corregir sus prácticas equivocadas y reunirse con China a mitad de camino, en un intento por resolver las preocupaciones de ambas partes a través de consultas equitativas”, subrayó el portavoz.
Las voces detrás del conflicto
Mientras los gobiernos intercambian advertencias, la industria y los consumidores de ambos países han mostrado creciente preocupación. Empresas estadounidenses, especialmente en sectores como la tecnología y la agricultura, han presionado al gobierno para que reduzca las tensiones, argumentando que la guerra comercial perjudica sus operaciones. En el caso de las grandes automotrices de Estados Unidos, se ha declarado que el golpe de los aranceles ha asumido un coste de 6.500 millones de dólares para empresas como Ford y General Motors.
El Wall Street Journal, publicó en exclusiva que el presidente Donald Trump estaba considerando rebajar los aranceles impuestos a China a la mitad. A esta información se accedió poco tiempo después que el presidente de Estados Unidos se reuniera con cadenas como Walmart y Home Depot, quienes advirtieron que el impuesto a las importaciones chinas implicaría un aumento de precios considerables en sus productos.
Por su parte, el Gobierno de Xi Jinping, aprovechó para reiterar su posición frente a la defensa del libre comercio; destacando el compromiso con la apertura económica y la defensa del sistema de comercio multilateral centrado en la Organización Mundial del Comercio (OMC). En este sentido, el portavoz reafirmó la disposición del país asiático a compartir oportunidades de desarrollo con el resto del mundo, profundizando la cooperación económica y resistiendo el proteccionismo y las prácticas hegemónicas que amenazan el multilateralismo.
Más allá del conflicto bilateral, China ha reiterado su compromiso con un sistema comercial global inclusivo. En un momento en que el proteccionismo y las guerras arancelarias amenazan con fragmentar la economía mundial, desde Beijing se busca consolidarse como un bastión del multilateralismo.
“Trabajaremos con todas las partes para profundizar la cooperación mutuamente beneficiosa, mejorar la coordinación y resistir conjuntamente el proteccionismo unilateral y las prácticas hegemónicas de intimidación, en un intento por defender el libre comercio y el multilateralismo y promover una globalización económica inclusiva”, concluyó el portavoz.