Se llega a la última ronda de Consejos de Salarios de este gobierno con un gran desafío, cumplir con la promesa generada entre los empresarios, trabajadores y el ejecutivo de recuperar para el final del período la pérdida de poder comprar de los salarios. El mismo se pactó durante lo peor de la pandemia buscando sostener la economía y los puestos de trabajo.
El instituto Cuesta Duarte afirma que en los últimos dos años y medio el salario real medio cayó un 3.5% comparado con el año 2019, esto dentro de un universo del trabajo que se ha comportado en forma diferente según el rubro, ya que el golpe de la pandemia ha sido diferente para los sectores. El turismo es claramente el mayor perjudicado y por otra parte la construcción quien lo ha sido menos, manteniendo sus salarios.
Desde el gobierno se sostiene que, que a raíz de este impacto diferenciado son muchos los sectores que no han sufrido pérdida de poder adquisitivo, el propio Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, comunicó que entre julio de 2020 y julio de 2022, casi un 30% de los trabajadores privados no tuvo pérdida salarial. Desde fuentes del ministerio también se reconoce el “desafío” que implican las nuevas negociaciones para propio el gobierno.
Desde la dirigencia del PIT-CNT se observa con preocupación el próximo Consejo de Salarios, sus principales voceros indican que se debe tener en cuenta las promesas electorales del gobierno y como hasta el momento se ha incumplido en su gran mayoría. Se señala particularmente a la reforma jubilatoria que “claramente perjudica al trabajador” a pesar de haber señalado en campaña a la gente “que no iba a haber ninguna reforma que afectara a los trabajadores.”
En este sentido la alerta está dada por el grupo de hoteles, restoranes y bares, que ha firmado un nuevo convenio que ya determina que no se cumplirá con la recuperación prometida y que tampoco lo hará en los próximos 4 años años ya que el nuevo convenio colectivo llega al 2026. La pauta fue aprobada con los votos del sector empresarial y el Poder Ejecutivo, y tuvo el rechazo de los trabajadores.
Otros de los punto de conflicto entre trabajadores y las autoridades está dado por el proyecto de ley que modifica la negociación colectiva, dicha iniciativa legislativa ya tiene aprobación en la Cámara de Diputados y se espera su próximo ingreso al Senado. Uno de los puntos más resistido de la reforma propuesta es la eliminación de la llamada “ultractividad”, que dejaría sin efecto la continuidad de los convenios una vez vencido los plazos del mismo, lo que llevaría en cada ocasión a la renegociación desde cero.
La central obrera afirma que las cámaras empresariales están “empujando” para que esto apruebe completamente antes del inicio de la nueva ronda, así como también que el reordenamiento de los grupos de la negociación sea por empresas y la posibilidad de dejar la negociación solo en un ámbito bipartita, todo a lo que se oponen firmemente los trabajadores.
Este año 2022 cierra con el índice de mayor conflictividad desde que asumió el nuevo gobierno; los sindicatos afirman que es consecuencia de la reacción natural de los trabajadores cuando se avanzan contra los derechos conquistados. Se asegura que la situación de cara al año que viene no parece ser mejor, en tanto “si hay incumplimientos de las promesas o retrocesos en los derechos” es “inevitable” que exista mayor conflictividad.
Los puntos de conflicto se van sumando, la reforma jubilatoria, la transformación educativa, la próxima Rendición de Cuentas, se puede esperar un mayor nivel de movilización y conflictividad se dice desde el PIT-CNT.
