El Tribunal de Apelaciones confirmó la sentencia de sentencia por homicidio para una pareja que interrumpió un embarazo de 35 semanas. De esta manera se ratificó la pena de 12 años de prisión que ambos sentenciados deberán cumplir.
La reconstrucción de los hechos indica que la pareja llegó a la policlínica de El Vigía con la intención de abortar. Sin embargo, el persona médico les informó que el embarazo se encontraba en su semana número 35 de gestación (cosa que la pareja afirmó desconocer), por lo que estaba por fuera del plazo legal para interrumpir el embarazo.
La pareja insistió en que le dijeron que el embarazo no superaba las 20 semanas y presentaron testigos que aseguraron que no era notorio. La mujer afirmó, además, que y tenía dos hijos, estaba en situación vulnerable y le era imposible mantener a una tercer criatura.
Tras la negativa del personal médico, ambos se trasladaron a una casa en Playa Hermosa (Maldonado). La mujer ingirió misoprostol hasta dar a luz a un bebé de 46 centímetros y 2.5 kilos.
El hombre tomó al bebé y lo dejó junto al inodoro del baño para luego cerrar esta habitación con llave y concurrir hasta un hospital para que atendieran a la mujer por un abundante sangrado.
Los funcionarios del centro de salud se percataron de que el bebé podía ser viable, por lo que llamaron a la Policía para que fuera hasta la vivienda, donde encontraron al neonato tirado en el baño, ya muerto.
La sentencia sostiene que la pareja trabajó de manera conjunta para interrumpir el embarazo y, una vez concretado, dejaron al bebé abandonado en “condiciones de muerte”. Por esta razón, se confirmó la sentencia.
La defensa del hombre condenado piensa presentar un recurso de casación ante la Suprema Corte de Justicia uruguaya.
