El Instituto Nacional de Carne (INAC) presentó un Informe del consumo de carnes en 2021. Dicho trabajo explica que “Uruguay es un cliente especial de proteína cárnica con un perfil de consumo concentrado principalmente en la carne bovina”.
En 2021 el consumo total estimado de carnes alcanzó los 91.2 kg (por habitante y por año) observándose un crecimiento de 3.9 kilos con respecto al año anterior. Este comportamiento revierte la tendencia de descenso consecutivo en la demanda de carne que venía observándose desde 2018.
En referencia a las tendencias por especie, el consumo de carne bovina alcanzó los 46 kilogramos por habitante y por año, comenzando un proceso de recuperación con respecto a años anteriores. La carne aviar, segunda carne más consumida en Uruguay, mantuvo en estos dos últimos años una trayectoria ascendente, con un crecimiento más pronunciado en 2021 (2.9 kg/hab/año). Respecto a la carne porcina, explica el INAC, luego de registrarse en 2020 una caída en el consumo, en el año 2021 se observa un ascenso de un kilogramo por habitante y por año. “En lo que refiere al consumo de carne ovina se produce una nueva retracción. El consumo total de proteínas proviene mayoritariamente de la faena nacional, con excepción de la carne porcina, que tiene como principal origen la importación”, explica el instituto en el informe.
Considerando el total de carne, proveniente de todas las especies y de ambos orígenes (nacional e importado), se observa que el principal destino de la carne es el abasto (se destina a la venta en supermercados y carnicerías) representando en el año 2021 el 82%, mientras el 18% restante se destina a la industria (se destina a la industrialización).
En materia de precios al público, las variaciones acumuladas a diciembre 2021 en términos nominales mostraron una tendencia al alza para todas las carnes. Por su parte, el análisis de precios en términos reales mostró tendencias distintas entre especies. Los precios de las carnes bovina y ovina mostraron tendencia alcista debido a que aumentaron por encima del IPC, en tanto los aumentos de precios de las carnes aviar y porcina fueron inferiores al IPC, produciendo una caída en términos reales.
Adicionalmente a los datos antes informados, INAC presentó un informe sobre el impacto de ventas del asado con exoneración del IVA . Por un lado hay un aumento en los volúmenes, ya que en las cinco semanas posteriores a la vigencia de la ley, se comercializaron al abasto 1.297 toneladas, duplicando los volúmenes respecto a las 5 semanas previas. Por otra parte, hay una disminución en los precios, ya que los valores al minorista mostraron una evidente caída, que en las semanas de mayor impacto, llegó a ser de un 9,5% en relación a la semana previa a la exoneración.
Por región, tanto en Montevideo como en el interior, el INAC señala que se observa un aumento similar, por lo que la estructura de comercialización permanece estable (60% en el interior y 40% en Montevideo). La demanda de otros cortes de asado también se vio afectada, generando un efecto positivo en su comercialización.
