Diez años de prisión para Jorge Carlos «Charleta» Guldenzoph

Verdad y Justicia: La justicia determinó que “participó en la detención, interrogatorio y obtención de confesiones bajo tormentos”.

La Justicia condenó a Jorge Carlos Guldenzoph Núñez, conocido como «El Charleta», a diez años de cárcel por reiterados delitos de lesiones graves y de privación de libertad durante el terrorismo de Estado.

La jueza Isaura Tórtora determinó que Guldenzoph “participó en la detención, interrogatorio y obtención de confesiones bajo tormentos”

«El Charleta» como era conocido colaboró en la detención de integrantes de la Unión de Juventudes Comunistas (UJC) y de otras agrupaciones de izquierda.

«A raíz de dichas detenciones, los jóvenes pertenecientes a dicha agrupación fueron sometidos a aberrantes tormentos por el hecho de pertenecer a la misma, tales como apremios físicos en todo el cuerpo, plantones, picana eléctrica en todo el cuerpo, especialmente en los genitales, submarino húmedo y seco, colgamientos, teléfono, abuso sexual mediante tocamientos, desnudez, violaciones o penetración con objetos contundentes», eso se desprende de la información de los expedientes.

«Dichas detenciones y los apremios físicos padecidos se llevaron a cabo con la colaboración del encausado Jorge Carlos Gundelzoph Núñez (quien anteriormente militaba en la UJC)con la Dirección de Información e Inteligencia (DNII)», detalla.

Una de las víctimas del terrorismo de Estado y que en ese entonces tenía 18 años, contó que tras ser detenida el 1º de enero de 1976, «fue encapuchada y sometida a aberrantes apremios físicos». Dijo que recibió «golpes constantes con cualquier objeto, gomas, palos».

«Me hicieron submarino, me ponían como en una tabla boca abajo, con la cabeza para afuera, levantaban la tabla de las piernas hasta que la cabeza se hundía en el agua y yo estaba esposada hacia atrás…Me ponían armas en la cabeza, sin ropa, se ponían en círculo y me empujaban contra cada uno de ellos, me tocaban, el comisario Benítez también me tocaba toda, fue horrible. Hacían simulacro de que nos iban a ejecutar, estando de plantón, si nos caíamos nos ponían corriente en las muñecas y tobillo para que nos levantáramos», detalló.

Según el texto, «el encausado en su calidad de represor de la DNII participó de la detención, interrogatorios mediante tratos crueles e inhumanos, lesiones de entidad ocasionadas y privación de libertad de las víctimas conforme a los testimonios obrantes en infolios que lo indican como partícipe en dicho accionar delictivo».

 Guldenzoph fue procesado en 2020, junto a José Felisberto Lemos, acusado de participar en torturas en dictadura; su nombre fue mencionado por varios ex presos políticos en el ámbito parlamentario en ese entonces.

Según la sentencia el  “autor penalmente responsable de reiterados delitos de privación de libertad, reiterados delitos de abuso de autoridad contra los detenidos, y estos en concurso formal con reiterados delitos de lesiones graves y los anteriores en concurrencia fuera de la reiteración con reiterados delitos de privación de libertad en calidad de coautor”.

La sentencia explica que Guldenzoph, quien es exmilitante de la Unión de Juventudes Comunistas (UJC), colaboró en la detención, tortura y abuso sexual de varios integrantes de este y otros colectivos, entre los años 1974 y 1983.

3 Comentarios

  1. A este ñato no lo pueden enviar, supongo, a Domingo Arena porque no es militar. Además de lo repugnante de su traición, toda traición lo es, se revela , queda en evidencia -hasta Manini tendría que reconocerlo- , que els secuestro, prisión y tortura era por la simple pertenencia a la UJC o el Partido Comunista, sin que mediara delito alguno. Que dirán los demócratas que se reciclaron de apuro en 1983 ante la caída de la dictadura y que hoy vuelven a lucir su idelología facista como un honor, pero sin confesarlo, claro está. En los reportajes dicen que son de «centroizquierda».

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