Dos lugares a recorrer en Colonia del Sacramento

En la ciudad declarada Patrimonio Histórico de la Humanidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por su sigla en inglés), el barrio histórico cuenta con dos lugares que deben ser recorridos por todos los turistas.

Archivo Histórico Regional (pertenece al Sistema Municipal de Museos)

Se encuentra en un rancho portugués de mediados de siglo XVII que se conserva con pocas intervenciones. Se trata del lugar de concentración de la mayor cantidad de información de la antigua Colonia del Sacramento, recabada de bibliotecas y archivos de Europa y América que tuvieron implicancia en la historia de la ciudad.

Dentro del acervo del archivo se destacan las cartas originales del año 1735 del Gobernador portugués Antonio Pedro de Vasconcellos, el Misal de Capilla Narbona, acuarelas originales del pintor francés Adolphe D´astrell, y litografías de otras obras. Por otro lado, el museo custodia los archivos policiales del departamento entre los años 1876 a 1898.

La casa presenta muros originales de un metro de grosor, elaborados en piedra asentada en barro. Parte de los pisos son originales; los dinteles de puertas y ventanas son los que lucía desde su construcción, hechos en madera dura, al igual que la tirantería mayor de toda la casa. Las aberturas por su deterioro tuvieron que ser cambiadas en su totalidad.

En la pared este de la casa se ubica una hornacina, que es el habitáculo donde se colocaba al santo patrono de la casa. La propiedad se encontraba en muy buen estado, pero de todos modos tuvo que ser restaurada a partir del año 1971. En la sala de entrada se puede apreciar una muestra de los objetos encontrados en la excavación de las ruinas de la casa de Vasconcellos, dentro de las cuales se destacan restos en cerámica y en vidrio.

Basílica del Santísimo Sacramento

Esta iglesia originalmente fue un modesto rancho de paja y terrón levantado en 1680, año de la fundación de la ciudad. Hasta 1699, la iglesia era un rancho de adobe y paja hasta que por orden del Gobernador portugués Sebastián de Veiga Cabral, es construida con piedra y cal.

La iglesia fue víctima de sucesivas destrucciones parciales debido a accidentes bélicos, como por ejemplo el sitio que duró dos años bajo el mando del Gobernador Salcedo. Vasconcellos logró restaurarla en forma de cruz latina, con la nave en el área del presbiterio más estrecha, techo de tejas y dos torres.

Cuando el Gobernador de Buenos Aires Pedro de Cevallos sitió la Colonia ordenó nuevas obras de restauración. En 1776, por los bombardeos del sitio, quedó muy arruinada y la Capilla de la Orden Tercera de San Francisco pasó a ser utilizada como templo parroquial. Pero esta sufre un incendio y Colonia queda sin templo, utilizándose así una Capilla llamada de Santa Rita.

En 1810 se inauguró un nuevo templo, pero en 1823, la caída de un rayo arrasa con la sacristía, destruye el altar mayor y deteriora parte de su estructura. La explosión fue ocasionada por un polvorín portugués que se encontraba debajo de la sacristía, con municiones que habían sido allí guardadas en la época de la Dominación Cisplatina, derribando así los trabajos de reconstrucción realizados por el eminente arquitecto español Tomas Toribio. En su interior se encuentran dos tumbas: la del Vicario Domingo Rama y la del Padre José María Barredo, quien ejerció sus hábitos allí durante 40 años.

La Iglesia y este hecho son mencionados por Charles Darwin en su diario de viaje a bordo del HMS Beagle entre 1831 y 1836: “La Iglesia es una curiosa ruina. Era usada como polvorín, y fue alcanzada por un rayo durante una de las miles de tormentas eléctricas del Río de la Plata. La explosión voló dos terceras partes del edificio hasta los cimientos; la otra parte queda en pie como un raro y destruido monumento del poder de la electricidad y la pólvora unidos”.

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