Durante el velorio, mientras la familia y los seres queridos más cercanos de Juan Izquierdo estaban dentro de la sede de Nacional, entre todos los hinchas presentes con los colores del club de La Blanqueada, apareció un joven con la remera de Peñarol quien se abrió paso entre la multitud y colgó la camisa carbonera en la reja de la entrada, mientras era aplaudido por el resto de los presentes.
Fue un hecho resaltable en la avenida 8 de Octubre, “Vengo a acompañarlo en el duelo”, afirmó el joven carbonero, quien recibió el abrazo de un hincha de Nacional, una imagen que ya se había dado en el mismo lugar hace tres años y medio, cuando se le dio el último adiós a Santiago “Morro” García.
El joven aseguró pedir permiso para elevar sus colores y ubicarlos a lado de otra remera de Nacional a las que se fueron sumando otras ofrendas. “Los colores nos dividen y nos une la misma pasión; el objetivo no solo es ganar”, afirmó.
Este hecho ocurrió previo a la autorización de abrir las puertas del funeral para el acceso libre del público, por lo que los hinchas del Bolso no estuvieron solos y fueron acompañados por simpatizantes de otros cuadros del fútbol uruguayo. Quienes cantaron a un solo ritmo durante la despedida.
Es de suponer, aunque no se publiqeu, queambién habría alguna casaca de Liverpool, donde Izquierdo fue campeón. Y es que no es un duelo de Nacional solamente, es de todo el fútbol, de todo el deporte, de toda la sociedad.
Como el de tantos otros muchachos que mueren trabajando y dejan familias truncas, nadie pone una línea en un diario ni los canales se preocupan de gastar minutos porque no saben hacer goles.