Los gobiernos de Estados Unidos y Rusia han pactado un canje de presos que implicará la vuelta a sus respectivos países del exmarine norteamericano Trevor Reed y del piloto ruso Konstantin Yaroshenko, a pesar de las actuales tensiones entre Washington y Moscú a cuenta de la guerra en Ucrania.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha confirmado en un comunicado la «libertad» de Reed, condenado a nueve años de prisión por Rusia por agredir a un policía. Tanto su entorno como las propias autoridades norteamericanas habían puesto en cuestión las acusaciones, denunciando además un empeoramiento en la salud de Reed.
Biden ha reconocido que la entrega ha sido fruto de negociaciones y ha implicado «negociaciones difíciles que no se han tomado a la ligera», sin aludir directamente a la entrega de Yaroshenko, que sí ha confirmado la parte rusa.
Moscú ha afirmado que el canje se produjo en un tercer país, según fuentes citadas por la agencia de noticias Interfax. Sobre Yaroshenko pesaba una condena de 20 años de cárcel por narcotráfico y, al igual que Reed, su caso también había sido objeto de varias reivindicaciones publicas por parte del Gobierno de Rusia.
Biden ha reiterado el compromiso de su Administración para recuperar a todos los «rehenes» que permanecen en el extranjero y ha citado también a Paul Whelan, otro exmarine condenado por espionaje en Rusia y cuyo caso genera también dudas a Washington.
En ese sentido, el Consejo de Derechos Humanos de la Presidencia de Rusia no ha descartado que el próximo intercambio pueda ser el de Whelan por Viktor Bout, ciudadano ruso preso con una condena de 25 años de cárcel en Estados Unidos por contrabando de armas. «El próximo creo que podría ser el espía Whelan.
Está siendo muy difícil para él en la colonia de Mordovia, tan difícil que es imposible de transmitir y sería bueno que lo intercambiasen, por ejemplo, por Viktor Bout. Creo que sería lo correcto», ha dicho Eva Merkacheva, miembro de este comité.
Merkacheva ha señalado que hay entre 500 y 800 ciudadanos rusos presos en Estados Unidos frente a la veintena de estadounidenses en las cárceles rusas.
Se trata de «cifras incomparables», por lo que «el intercambio de ‘todos por todos’ no es rentable, pero aún así sería correcto», ha dicho, cuenta Interfax. En ese sentido, ha dicho el intercambio entre prisioneros sería una «salvación» para muchos de ellos, puesto que en Rusia no se concede prácticamente la libertad condicional a los presos extranjeros, «especialmente a los estadounidenses».