El estado de gravidez de una mujer es una condición que siempre debe estar bajo supervisión médica y acompañada de una nutrición apropiada para la gestación, sin embargo realizar ejercicios indicados para el embarazo siempre conlleva beneficios no solo la para la madre sino también para el niño que está por nacer.
Dentro de los beneficios de realizar algún tipo de actividad física durante el embarazo mejora la salud de la madre que está sufriendo un cambio tanto físico como hormonal, lo cual la ayuda no solo a controlar su peso sino también facilita el parto.
Esta actividad, repetimos, siempre debe ser llevada a cabo bajo supervisión médica y nunca realizarse si el medico indica que la actividad puede suponer un riesgo para la madre gestante o el feto, especialmente si está señalado como un embarazo de alto riesgo.
Además de los beneficios físicos también contribuye a la salud mental de la embarazada, lo cual puede ser de gran ayuda para el posterior estado mental post parto que en la mayoría de los casos puede ser una etapa muy dura para las nuevas madres.
Aunque los ejercicios para embarazadas, que existen ciertos entrenamientos certificados y propios para esta condición en la gran mayoría de los casos son recomendados lo cierto es que menos de la mitad de las gestantes lo practican, esto entre otras cosas es lo que contribuye a aumentos excesivos de peso durante el proceso de gestación.
Cuanta actividad física requiere una embarazada
Esto depende de cada mujer y lo que indique su médico y también influyen otros factores como la etapa en la que se encuentra el embarazo y si la mujer realizaba actividad física antes de estar embarazada.
Algo saludable sería un entrenamiento leve de al menos 2 horas a la semana no solo durante sino también después del embarazo.
Si la gestante era una mujer atlética previo a su condición de gravidez este tiempo puede aumentar e incluso puede realizar actividades más intensas. Generalmente las mujeres deportistas pueden seguir una rutina bastante similar a la que venían realizando pero con menos intensidad y en el caso de las que realizaban ejercicios de fuerza deben limitar el peso que levantan durante el embarazo así como ciertas posiciones y determinados ejercicios.
Las mujeres corredoras, generalmente pueden continuar con su misma rutina durante la gravidez, bajando gradualmente la distancia y la intensidad a medida que se acerca el momento del parto.
Una mujer que antes de su embarazo llevaba una vida sedentaria se le recomienda realizar actividades supervisadas grupales o individuales que ofrecen la mayoría de las mutualistas del país en sus programas de preparación preparto.
Existen otras actividades que pueden realizar por cuenta propia como el yoga y el pilates para embarazadas, caminar a un ritmo no muy rápido y no por distancias largas o incluso nadar.
Es decir, actividades de bajo impacto que contribuyan a conservar la salud durante el embarazo, evitar cambios bruscos de peso, evitar el estreñimiento, disminuir los dolores de espalda y cintura y además ayuden a facilitar la labor de parto. Estas actividades además mejoran la salud mental y mejoran la calidad del sueño de la gestante.
Riesgos y contraindicaciones del ejercicio prenatal.
No es aconsejable realizar cambios bruscos en las rutinas de entrenamiento, si previo al embarazo no se realizaba ejercicio de forma regular, a menos que lo recomiende el médico, no es saludable someter el cuerpo a un estrés adicional al que ya conlleva la gestación por si misma.
Cuando se realiza actividad física durante el embarazo los movimientos deben ser suaves y no olvidar rutinas de calentamiento y estiramiento. Lo ropa no debe ir muy ajustada y los zapatos deben brindar un buen apoyo. No se debe olvidar una buena hidratación, es muy importante tomar agua antes, durante y después del entrenamiento.
Procurar siempre estar sobre superficies planas y con pisos que no se deslicen, el equilibrio no es el mismo durante la gestación debido al peso en la zona media del cuerpo. Si las actividades se realizan de forma correcta no existen pruebas científicas que evidencien que el ejercicio provoque partos prematuros o afecciones en la salud de la madre o el niño.
Es muy importante evitar la actividad física, asi sea moderada, en las embarazadas si el medico indica que existe riesgo en el embarazo, tampoco es recomendado practicarlo en mujeres con condiciones médicas previas como problemas en la columna, asma, afecciones cardiacas, diabetes o hipertensión.
Una mujer embarazada independientemente de su condición previa al embarazo debe evitar deportes de contacto como el boxeo, las artes marciales mixtas, alpinismo, buceo o levantamiento de pesas a nivel power lifting. También se deben evitar actividades con riesgo de caídas como patinar, esquiar, escalar o el ciclismo.
También las embarazadas deben saber comprender las señales de su cuerpo, calambres, agotamiento excesivo, arritmia, mareos, debilidad, dolores pélvicos o abdominales o apnea son señales de que debe detenerse.