El camino al desarrollo es culebrero

El 2 de marzo el Presidente en el parlamento realizó su informe anual sobre lo que consideraba oportuno informar y también dio cuenta de que temas no quería informar. 

En web de presidencia se publicó un documento que se titula El camino al desarrollo.

A la hora de referirse a la educación señala una serie de comentarios que son o de dudosa parcialidad o lisa y llanamente falsos.

Respecto a la educación señala: 

“La educación tiene un deterioro importante que venimos arrastrando desde hace varios años. Hay un problema en cuanto a sus contenidos. Los estudiantes muchas veces carecen de motivación, no encuentran sentido o no comprenden para qué están aprendiendo algunas disciplinas.” La cuestión del sentido es parcialmente cierta, existen relevamientos de opinión de los estudiantes que indican eso y existen otros estudios que no dan cuenta de ello.

El texto continúa con “Uruguay está posicionado en el octavo lugar de Latinoamérica en educación.” Lo cual es claramente falso en todos los indicadores menos uno, el egreso de educación media superior.

“Para ilustrar esta realidad en datos, el 42% de los jóvenes de 19 años y el 15% de 16 años, están por fuera del sistema educativo. “En este caso se confunde el uso de indicadores, no sería fuera del sistema sino la culminación de ciclos.

“Reducir la desigualdad interna que tiene el sistema educativo, extendiendo el tiempo completo y el tiempo extendido en centros educativos de todo el país de todos los niveles. Cuando comenzó la gestión de este gobierno, había 12 centros. 

En 2022 se llegó a 29 y se proyecta llegar a 43 para 2023.” Esto lisa y llanamente es falso. En primer término en educación media existían en el entorno de los 60 centros con extensión horaria, la actual administración les cambió el nombre. En el caso de la educación primaria se detuvo la transformación de escuelas a tiempo completo y tiempo extendido a pesar de tener 50 jardines nuevos del período anterior que posibilitan extender con mayor velocidad estas propuestas en caso de contar con presupuesto.

Estos son algunos ejemplos de las falsedades e imprecisiones que contiene el documento colgado en la web de presidencia.

La gravedad de esto reside en que se presenta información claramente falsa o sesgada y esto afecta las bases del debate democrático. Uruguay es un país donde existen varios organismos que producen información fiable y la disponibiliza para la ciudadanía, no es necesario que la presidencia dibuje sus números. El gobierno opta por publicar información que es opaca o falsa y por lo tanto produce dificultades en la conversación ciudadana sobre los temas de interés público.

En la misma fecha la Siembra también publicó un informe que da cuenta del estado de la República con énfasis en el año 2022.

Respecto a educación se señala que el gobierno llegó con un diagnóstico político sobre la educación nacional que consideraba que la educación estaba en una profunda crisis al contrario que los de carácter más técnico daban cuenta de avances importantes y desafíos pendientes.

Por ello se implementaron una serie de políticas que tuvieron que ver con recorte presupuestal, cambios en el marco legal, cambio curricular y un particular lugar a los docentes.

En el 2022 se promueven cambios en materia curricular, es decir de los programas y reglas que tienen que ver con la educación entre los 3 años y los 15 años. Se inició también un proceso de reforma en la formación en educación modificando los planes de las 5 carreras que se desarrollan en ese marco.

Los dos procesos tienen elementos en común que son parte de las definiciones de política educativa del quinquenio. En ambos casos se desconocen avances curriculares previos en los respectivos niveles. 

En materia de educación básica se definieron diez competencias en el Marco Curricular Nacional, luego se establecieron las progresiones de aprendizaje para cada tramo, las mallas curriculares y luego los programas para cada área o asignatura. Todo este proceso se dió entre agosto y diciembre del año pasado. 

La velocidad de producción de documentos hace inviable las instancias de participación y consulta más allá de enviar a consideración de las Asambleas Técnico Docentes como una formalidad a cumplir. 

Los cambios curriculares son algo muy relevante para los sistemas educativos. Allí se definen los aprendizajes que se deben enseñar en la educación, las reglas del juego, entre otros temas. 

Es por esto que la conversación sobre lo curricular debe ser profundamente democrática, si tiene el propósito de formar a los estudiantes, pero además nos define como sociedad. El gobierno entiende que estos cambios se pueden realizar sin la participación de los estudiantes, las familias y los docentes y también entiende que la ciudadanía y los diferentes actores de la sociedad no tienen nada para decir. 

Se cambiaron nombres y se crearon tramos y se tomaron medidas referidas al pasaje de grado que parecen tener el único propósito de bajar la repetición en nuestro sistema educativo a partir de definiciones administrativas. No están acompañados del fortalecimiento de los recursos existentes para apoyo a los estudiantes con más dificultades o de programas que mejoren la transición entre educación primaria y media. Tampoco se previó una recuperación de tiempos pedagógicos perdidos en la pandemia.

En formación en educación se desarmó la estructura académica que se venía construyendo en el camino hacia una formación de carácter universitario.

En este caso los cambios de planes desconocen un proceso de trabajo que se venía realizando por los diferentes órdenes en materia de modificación y mejora de los planes existentes desde el 2008.

En el caso de esta reforma la fundamentación de los cambios es prácticamente inexistente. Se está pareciendo mucho a una flexibilización improvisada con grave pérdida de estructura académica. Se semestralizan todas las carreras, se eliminan disciplinas sin fundamento alguno, así como cambios de contenidos que no son basados en estudios o evidencia previa.

En materia presupuestal la pérdida de salario fue sistemática en estos tres años, también afectó la cantidad de estudiantes por grupo que aumentó producto de la supresión de grupos. 

No existieron recursos para atender la situación planteada por el cierre de cursos, se frenaron las transformaciones de instituciones para extender el tiempo pedagógico a tiempo completo o tiempo extendido, se suspendieron unas 10000 becas de apoyo a estudiantes, entre otras afectaciones.

Las diferentes rendiciones de cuentas presentadas por la administración dan cuenta de más de 140 millones de dólares del presupuesto educativo.

La pandemia y los cambios que impuso hacen difícil mirar algunos datos, no obstante ello el deterioro de algunos indicadores dan cuenta que la falta de medidas reales están perjudicando a nuestras infancias y adolescencias.

En el caso del nivel 3 años hay unos 1000 niños menos durante 2021 y sucedió lo mismo en 2022. 

En lo que refiere a la cantidad de estudiantes en bachillerato en el año 2021 hay 3500 estudiantes menos y este tramo aún presenta el desafío de estudiantes que no están vinculados.

También hay aumento de la desvinculación en Utu casi al 20% en en el tramo de Educación Media Superior.

En materia de promoción y repetición la pandemia y los cambios administrativos afectaron las tendencias de reducción de la repetición en primaria en 2020 y 2021 y la disminuyeron en educación media. Esto se debe a un cambio en las reglas de pasaje de grado y no a efectos de apoyos extras o más recursos para los estudiantes que tienen más dificultades.

Esto es particularmente preocupante el año pasado que los criterios se cambiaron dos semanas antes de terminar las clases con el único propósito de mejorar las estadísticas.

En síntesis, la administración no está abordando los acuerdos que tiene la sociedad respecto al tema como mayor cantidad de estudiantes, mayor extensión del tiempo pedagógico, entre otros y lo que se viene realizando pasa por una serie de cambios sin sustento en las comunidades educativas ni actores que tienen que ver con el tema.

Una gestión que tiene tres grandes restricciones: una restricción presupuestal, una restricción política y una restricción temporal. Tres elementos claves en la viabilidad de las políticas educativas.

Estos dos documentos parecen hablar de dos países diferentes y eso no es bueno para afrontar los desafíos que tenemos.

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