La agrupación «Viento de Cambio» pretende representar la nueva izquierda del Partido Colorado, abriendo de esta manera un espacio no ocupado en la actualidad en dicha colectividad. Su líder Guzmán Acosta y Lara, actual Director Nacional de Telecomunicaciones y Servicios de Comunicación Audiovisual. En diálogo con Diario La R explicó los principios de esta novel agrupación, la cual ya tiene representantes en todo el interior y con tan solo seis meses de creación logró casi un 10% en las elecciones de jóvenes del Partido Colorado.
– ¿Cuál es el sentido de este nuevo movimiento dentro del Partido Colorado?
– «Viento de Cambio» es un movimiento que se creó el año pasado. Es independiente, abierto y sin etiquetas porque creíamos que era necesario tener un espacio distinto a los grupos tradicionales que están en el Partido Colorado. Esto es porque pensamos que muchos colorados y no colorados necesitaban un espacio en donde sentirse representados, y las viejas estructuras no lo hacen. Renovar el Partido no solamente renovar los nombres, sino también la forma de pensar, la forma de hacer política y también las propuestas. Consideramos el Partido Colorado en los últimos 15 años se ha derechizado y no ha tenido una opción liberal y progresista en donde pudiéramos tener cabida mucha gente que hoy no tiene un espacio político firme. Más si consideramos que hay muchos ciudadanos que hoy ni siquiera tienen partido político, porque se ha perdido el sentido de pertenencia. El fenómeno de la coalición es otro elemento importante, pero hay muchos votantes que hoy van de un lado a otro, sin un sentido de pertenencia a los partidos o a los bloques que hay dentro de estos. Apuntamos a representar a ese grupo de gente que no encuentran un espacio político en muchos sectores.
– ¿Cómo observa la interna del Partido Colorado frente a la posibilidad del retorno de Pedro Bordaberry?
– Creemos que el Partido Colorado, para poder renovarse y para ser como fuimos en otras épocas más de avanzada y mucho más abierto, tendría que tener varias candidaturas y aspiramos a que esto suceda. No tenemos problemas que el señor Bordaberry quiera retornar a la política y armar su candidatura. Lo que nos parece buena señal, es la ambigüedad de él en tomar una decisión. En segundo punto, lo que nos molesta, en el buen sentido de la palabra, es que concentre todas las fuerzas políticas del Partido. Yo quiero un Partido Colorado que juegue por la derecha, y también con el ala izquierda y el centro. Lamentablemente, estas decisiones ambiguas de Bordaberry y su retorno o no retorno, generan inestabilidad. A la vez hay muchos candidatos o posibles precandidatos que han tomado la decisión de que si retorna Bordaberry, ellos ya no serían candidatos.
– Y entonces, ¿cómo es su posición frente a esta disyuntiva?
– Nosotros seguimos manifestando que «Viento de Cambio» vino para ser un grupo más en el Partido, pero marcando un perfil totalmente distinto de lo que ha sido lo tradicional en el Partido Colorado hasta ahora. Estamos dispuestos a ir a unas elecciones internas y participar. Aunque todos los demás se bajen, nuestra idea es tener una opción distinta, porque obviamente no coincidimos ideológicamente con el pensamiento de Bordaberry. Además, consideramos que el liderazgo de Bordaberry ha sido una muy mala señal que ha tenido el Partido Colorado en los últimos años.
– Si tuviéramos que tomar una referencia, ¿su sector sería algo similar a lo que fue la lista 85 de Tarigo en los 80, o la 89 de Flores Silva?
– Sería como una mezcla de ambas. Pero lo principal es que buscamos empoderar a lo que se denomina la clase media, que ha sido muy olvidada por el sistema político en los últimos gobiernos. Ha sido bastante empobrecida y, por lo tanto, queremos empoderarla y fortalecerla. Van a haber entonces soluciones que son de izquierda y otras que son de derecha, porque somos un grupo abierto y sin etiquetas.
– ¿Como evalúa al gobierno y en que piensa que está fallando?
– Se ha hecho un buen trabajo en muchas cosas. Constituyó una colación de cinco partidos muy distintos, lo cual no tiene similitud con la coalición frenteamplista. Y ha sobrevivido. El gobierno tiene una alta popularidad y ha enfrentado la pandemia, una guerra y ahora la crisis del agua, que ha venido resolviendo. Es un gobierno que además mira al interior. Un gobierno muy activo, muy presidencialista, que piensa en modo coalición y creo que ees modo coalición vino para quedarse. Yo le corregiría una cosa. Opino que hay que institucionalizar una mesa de diálogo de líderes políticos, en forma mucho más frecuente a lo que se ha realizado.
O sea, una negociación más colectiva y no tan individualista como se ha manejado. En el futuro vamos a propugnar para que eso parte de la hoja de ruta. Tenemos que empezar a generar pasos seguros y firmes en este proceso de cambio que vino para quedarse y que vamos a luchar para que se quede.
– ¿Cuáles son las opciones que ustedes plantean para ocupar ese lugar de izquierda que hoy, de alguna manera, está representada por el Frente Amplio?
– Considero que el Frente Amplio dejó de ser un Frente progresista. Eso se quedó en el discurso hace tiempo. Se quedaron en propuestas que no han avanzado y no tienen un proyecto de país hacia adelante.
Es una izquierda que se ha dejado dominar por el PIT CNT y ha perdido un poco el rumbo de lo que vendría a ser el progresismo en el Uruguay. Nosotros queremos ser esos nuevos progresistas y por eso nos vamos a diferenciar en el empoderamiento de la clase media. Queremos que la gente salga de ser pobre y empieza a formar parte de una gran clase media, al estilo del primer Batllismo, donde fortaleció el Uruguay y le dio un mayor colchón social. Para lograr eso hay que dar instrumentos para que esa gente no dependa de planes sociales, sino de posibilidades. Que pueda animarse a generar sus propios emprendimientos porque el Estado no da más. No podemos seguir cargándole al Estado con costos sociales, ni con costos de funcionamiento de los empleados públicos.
– ¿Cómo se puede lograr eso que plantea?
– Primero creemos que el uso de la tecnología afecta transversalmente a toda la sociedad. El uso de internet y de un teléfono celular, permite hoy a mucha gente generar hasta su propio empleo. El celular es el aparato más igualitario. El acceso a un teléfono y el acceso universal a Internet es un distintivo que hay que aprovecharlo. Esto para que los jóvenes y los que no tan jóvenes puedan tener sus primeros emprendimientos. Pero para eso hay que sacar burocracia. Y pongo un ejemplo. Somos partidarios de que existan una App del Estado para poder abrir y cerrar una empresa y después se tengan que llevar los papeles. Se debe bajar todo el aparato burocrático, que lo que genera es evitar que la gente se tira la piscina. Lo segundo es el tema impositivo. Debemos ayudar a las mipymes sacándoles impuestos, por ejemplo, en los dos primeros años. Y además, en lugar de subsidios, dar préstamos o exoneraciones impositivas para que puedan constituirse como futuros empresarios o emprendedores. Esto es diferente a lo que plantea el Frente Amplio. Otro tema que veo que el FA no ve, son los derechos digitales, que son los derechos del futuro. El sector de las tecnologías es de los pocos dónde sobra empleo y no tiene techo. Debemos ir apuntando hacia ese tipo de nichos, porque tenemos una alta conectividad y se va a seguir mejorando. Seremos entonces un hub tecnológico como país, lo cual ya lo estamos constituyendo a nivel regional y mundial. Somos un país chico que sirve como lugar de testeo para, por ejemplo, muchas aplicaciones que se van a globalizar. Para eso debemos a los jóvenes que estén en el sector tecnológico y audiovisual, orientarlos para que se potencien y que puedan empezar a tener sus emprendimientos. Eso no depende de una clase social, depende de las oportunidades que se les den. Es en este tipo de temas dónde el Estado tiene que invertir. No soy de los que cree que el Estado no tiene que estar presente. El Estado tiene que estar muy presente, pero de distinta manera. Esa es la diferencia con el Frente Amplio, que ha abandonado esas banderas y se ha transformado en un Frente muy sindical.
– ¿Cómo viene el movimiento «Viento de Cambio» desempeñándose principalmente en el interior?
– Hacemos giras todos los meses por distintos departamentos, para hablar con los dirigentes del Partido Colorado y que nos vayan conociendo. Tenemos de esta manera dirigentes en todo el país. Hemos participado en las elecciones de jóvenes del Partido y tuvimos una muy buena recepción, sacando más del 10% de los votos cuando teníamos apenas seis meses de existencia. O sea, somos una opción política real, consistente y firme y vamos a ir marcando en todas las etapas electorales que nos corresponden. También estamos trabajando en talleres o en conversatorios. Días atrás realizamos uno sobre uno de los temas que más preocupa, el Cambio Climático. Esto lo realizamos con Eduardo Blasina, en nuestra sede de Rondeu y Mercedes.
