El precio de la leña subió 18,2% en 2022, la mayor variación en un año desde 2007

Un informe de SEG Ingeniería destaca que el peso de la energía en el presupuesto de los hogares crece 18%.

El Departamento de Eficiencia Energética de la empresa SEG Ingeniería emitió un informe acerca de indicadores energéticos. En dicho trabajo expresa que “el precio de la electricidad residencial cayó 11,2% durante diciembre como consecuencia de la onceava aplicación anual del programa denominado “UTE Premia”.

La empresa señala que “este plan comercial de UTE, que bonifica los cargos por potencia contratada y fijo de la mayoría de los clientes residenciales, produce una gran distorsión en el precio de la electricidad, a la baja durante diciembre y al alza en enero, sumándose al propio ajuste de las tarifas”.

Sin embargo, desde que en 2019 alcanzara un descuento del 21,3%, el impacto del plan ha caído cada año. Así, el Índice de Precios de los Energéticos Residenciales (IPER), que muestra en diciembre de 2022 una baja del 8,04%, da cuenta del menor impacto del “UTE Premia” con un aumento de la variación anual hasta 10,75%. El índice que mide la evolución del precio de la energía industrial, IPEI, muestra los efectos de los cambios de la leña y el gas natural únicamente, cayendo 0,1% en diciembre y mostrando una variación en el año del 11,17%.

Por su parte, y en referencia al precio del gas natural, cae 3% en diciembre y acumula una caída del 5,6% desde octubre, según el promedio de las tarifas al público de MontevideoGas. En tanto, el precio de la leña crece 0,13% durante el mes, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), y cierra un aumento anual del 18,2% en 2022, la mayor variación en un año desde 2007. Los combustibles se mantuvieron estables, pero variaron a la baja a inicios de enero y su efecto se observará en el próximo reporte.

Con respecto a algunos de los puntos más altos en materia energética durante el año 2022, Compartimos a continuación algunos de los datos y hechos más destacados de la órbita energética en Uruguay.

En lo que respecta a la demanda eléctrica, en el año 2022 hubo récord, ya que el consumo de energía eléctrica alcanzó los 11,5 TWh, el mayor registro a la fecha. Con una expansión del 3,1% durante el último año, la demanda acumula dos años consecutivos de crecimiento y supera el registro récord anterior de 11,3 TWh, observado en 2018. Por otra parte, en junio también se apreció la mayor demanda en un mes con 1.112 GWh.

En medio de una ola de calor, el pasado viernes 9 de diciembre a la hora 15:45, se registró el mayor pico de demanda en la historia del país con 2.242 MW, equivalente al 46% de toda la potencia instalada en Uruguay. Por primera vez, desde 1999, el máximo de demanda anual se observó en diciembre. Además, fue la tercera vez, concentradas todas en los últimos cuatro, que no sucedió en el invierno. La tendencia al alza en la incorporación de equipos de aire acondicionado para enfriar ambientes parece explicar este cambio estructural.

Con relación a la nueva canasta energética, SEG Ingeniería explica que el Instituto Nacional de Estadística publicó la canasta que sirve de base para el IPC. De la comparación con la anterior (2010), se pueden decantar cambios en los patrones de consumo de energía de los hogares. La duplicación de la ponderación de la nafta en la canasta, deriva en que el peso de la energía en el presupuesto de los hogares crece 18% y modifica la estructura del gasto. Ahora, los energéticos destinados al transporte, nafta y gasoil, pasaron del 27% al 42% del expendio energético total de los hogares, mientras que los de uso doméstico (electricidad, supergás, leña y gas por red) representan el 58% frente al 73% anterior. Finalmente, a pesar de caer 8% su ponderación, la electricidad con el 4,2% se mantiene como el ítem de mayor peso en el IPC.

En referencia a la situación de sequía, SEG concluye que “el desplome de los aportes hídricos de setiembre a diciembre, 57 % menores al promedio en últimas dos décadas en la cuenca de Salto Grande y 87% menores en la de Rincón del Bonete, resumen un mal año para la hidráulica. De hecho, si se consideran períodos de tres años, desde la puesta en servicio de ambas represas el trienio 2020-2022 se ubica como el de peor aporte hídrico”.

Sobre el Bono sostenible, en octubre, se emitió el “Bono Indexado a Indicadores de Cambio Climático”. Estos títulos de deuda tienen un rendimiento variable asociado a la intensidad de las emisiones de gases de efecto invernadero y a la conservación de bosques nativos en Uruguay. Estableciendo una consecuencia económica al no cumplimiento de las metas climáticas, Uruguay marca su compromiso con el medio ambiente. La emisión con vencimiento a 2034 alcanzó un monto cercano a los 1.500 millones de dólares, con 188 inversionistas de Estados Unidos, Europa, Asia, Uruguay y otros países de América Latina.

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