El expresidente y candidato presidencial Luiz Inácio Lula da Silva se definió como un «tornero mecánico de izquierda y un socialista sofisticado», al participar en un programa popular del canal bolsonarista SBT en el cual pidió a la población acudir a votar el 2 de octubre y evitar el abstencionismo para poder derrotar al mandatario Jair Bolsonaro, que busca la reelección.
«Soy tornero mecánico. Me considero un ciudadano de izquierda, un socialista refinado porque defiendo la propiedad privada, la libertad de organización y el derecho de huelga», dijo Lula al «Programa de Ratinho», un animador televisivo de corte popular conservador que es el padre de Carlos Massa, gobernador bolsonarista del estado sureño de Paraná. En una entrevista que se pareció a una conversación de un bar brasileño, Lula dijo que hay que buscar «armonía» en las relaciones de trabajo.
«Este mundo es medio loco. Si soy empleado y pido un aumento justo y la empresa me lo niega no pasa nada con el empresario. Entonces el trabajador va a la huelga y la policía reprime al trabajador y nunca al empleador. Por eso quiero construir un mundo más armónico. Volver a que el pueblo sea feliz», dijo Lula, líder en las encuestas.
Lula reivindicó a la expresidenta Dilma Rousseff al afirmar que no cometió delitos fiscales -el motivo técnico por el cual fue derrocada por un juicio político en 2016- y calificó de «golpe» su destitución. Vinculó aquél suceso con la política petrolera que había llevado adelante el Partido de los Trabajadores (PT), elevando al 75% las regalías que debían pagar las empresas para el Estado y así financiar un superfondo para la salud y educación.
«Queríamos hacer refinerías, exportar derivados y productos con valor agregado. Hicimos el fondo con las regalías aumentadas para el 75%. Todo eso se terminó con el golpe contra Dilma», dijo Lula durante la conversación desconstracturada en la que comentó que de vez en cuando le gusta tomar una cachaça (el destilado de caña de azúcar brasileño). Ratinho, el animador que es uno de los magnates de la televisión y está aliado a Bolsonaro, reconoció que él ganaba más dinero en los años de Lula.
«Tu público vivía mejor, comía picaña, viajaba, la pasaba bien.
Muchos subieron por primera vez a un avión y los ricos me decían que los aeropuertos se habían convertido en terminales de micros», dijo Lula, quien afirmó que va a elevar por encima de la inflación el salario mínimo para permitir acelerar la rueda del consumo popular para generar mayor producción en la industria local. «El pueblo sabe que soy mejor que Bolsonaro», afirmó Lula, que calificó al mandatario como un «ignorante que no quiere aprender».
El exmandatario pidió a la población, al cierre de la entrevista, que vaya a votar el 2 de octubre. «Vaya a votar porque después uno gana el derecho de quejarse, de asumir responsabilidades», dijo el exsindicalista previendo que la abstención podría perjudicarlo debido a que su masa de votantes que hace la diferencia es la que cobra menos de 400 dólares mensuales y la que más problemas de movilidad tiene a la hora de desplazarse para votar.