Elecciones en Venezuela: “chavismo” y oposición se miden en los comicios más importantes de su historia

En la tabla comparativa se ve el aumento progresivo de votos de la oposición y la depreciación del mandatario Maduro.

Este domingo 28 de julio Venezuela vive las elecciones más trascendentales de la historia. Nicolás Maduro, actual mandatario del país caribeño, busca su tercera reelección y estirar el poder de su partido socialista 5 años más. Frente a él, hay 9 candidatos que buscan destronar a Maduro y su círculo, para acabar con los 24 años de “Chavismo”, que ha tenido altos y bajos en el apoyo popular.

Entre los candidatos adversarios, destaca el nombre de Edmundo González Urrutia, sucesor de la líder opositora inhabilitada por el Tribunal Supremo de Justicia (con interés oficialista) María Corina Machado, y además representa al partido político de oposición con más fuerza en ese país, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que es una coalición de derecha.

Pero, ¿por qué son tan importantes estas elecciones? El domingo 6 de diciembre de 1998, el candidato Hugo Chávez ganaba sus primeras elecciones representando al extinto partido político Movimiento V República o MVR (Movimiento Quinta República), derrotando a Henrique Salas Römer, que representaba a los dos partidos más poderosos de Venezuela en ese momento (ambos de derecha), el Comité de Organización Política Electoral Independiente (Copei) y Acción Democrática (AD). De esta manera se iniciaba el camino de la “Revolución Bolivariana”, movimiento que creció en popularidad.

En el año 2006, Chávez buscó la reelección y la consiguió. Derrotó a Manuel Rosales, representante en ese momento de la coalición llamada Unidad Nacional, un frente político integrado por los principales partidos opuestos al gobierno, incluyendo AD y Copei y Un Nuevo Tiempo (UNT). El mandatario rojo consiguió duplicar sus cifras en comparación a los anteriores sufragios y sacó una ventaja de más de 3 millones de votos a su contrincante.

En las elecciones de 2012, se respiraba una paridad política en el ambiente y en las encuestas. En las Elecciones Presidenciales de ese año Venezuela presenció el mayor número de porcentajes en participación ciudadana con un 80% del padrón electoral. Ya con el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Hugo Chávez logró su segunda reelección con el voto de más de ocho millones de venezolanos.

Pero su rival del momento, Henrique Capriles, también vió cómo sus números de seguidores aumentaban, siendo la más alta de la oposición en los últimos años. El líder opositor del momento y la Mesa de la Unidad Democrática consiguieron sumar más de 6 millones de votos.

Debido a la muerte del recién ganador y líder de la izquierda venezolana, Hugo Chávez, el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) llamó a elecciones en el año 2013. La campaña política fue una “batalla” de ideales y se vivieron las votaciones más igualadas de la historia reciente del país caribeño. Nicolás Maduro, nuevo abanderado del oficialismo, ganó por una diferencia mínima al mismo Capriles.

En el anuncio de los resultados se notó una depreciación de cómo Maduro bajó al menos 600 mil votos en comparación a los últimos obtenidos por Chávez, mientras que la derecha siguió su ascenso con 700 mil votantes nuevos a su favor, siendo la cuarta vez consecutiva que sus números aumentaban de forma progresiva.

En los siguientes años, Venezuela vivió su peor crisis de la historia; el sector político, social y económico colapsaron. El país centralizado vió como sus políticas y decisiones afectaron en gran medida la vida del ciudadano promedio.

Para el año 2018, el CNE anuncia unas nuevas elecciones, adelantando varios meses la fecha tradicional de diciembre a mayo. La oposición denunciaba que era una medida para no dar tiempo a la preparación de su coalición y tomaron la decisión de no participar, afirmando que las condiciones no estaban dadas para realizar unos comicios justos e imparciales.

Llegada la fecha, la desgastada imagen de Nicolás Maduro y el PSUV no tuvieron un rival de peso y ganaron las elecciones con el 68% de los votos (cifras anunciadas por el gobierno), pero tuvo la participación de ciudadanos más baja desde el inicio de la revolución. Esos resultados fueron cuestionados por varios organismos internacionales, incluyendo las Naciones Unidas.

Para este año, a pesar de los obstáculos en el camino puesto por los organismos gubernamentales, la oposición decide volver a medir su fuerza popular contra el PSUV. Confían en seguir la lógica de las últimas elecciones donde participaron y que sus números siguen en ascenso, más allá de estar ausentes en el 2018. Mientras que Maduro, cada vez tiene menos participación en las urnas. El ganador de estas elecciones va a asumir el liderazgo del país desde el 10 de enero de 2025 al 10 de enero de 2031.

1 Comentario

  1. Si hubiese un balotaje sui generis como en Uurugay, Madura perdería. Pero…Confieso que no sé si el voto es obligatorio en estas elecciones. El argumento de los exiliados y proscriptos no es de recibo: cuando en 1984 el FA perdió, dijeron que las elecciones eran totalmente democráticas , incluso con Wilson Ferreira preso.

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