La Federación de Obreros de la Industria de la Carne y Afines (Foica) ha anunciado un paro general nacional de 48 horas que se llevará a cabo el miércoles 4 y jueves 5 de septiembre. Esta medida responde a la decisión del Consejo Directivo del sindicato de protestar contra una propuesta del Poder Ejecutivo que, según el gremio, solo contempla salarios mínimos por categorías y excluye beneficios previos y cláusulas de paz negociadas anteriormente.
En un comunicado, Foica expresa que la propuesta gubernamental representa un “retroceso histórico en los derechos laborales” alcanzados por los trabajadores de la industria. El paro tiene como objetivo manifestar un “enérgico rechazo” a cualquier iniciativa que amenace las condiciones laborales y la estabilidad en el empleo.
El sindicato solicita al Poder Ejecutivo que “revise su intención” y “reabra un espacio de diálogo real y constructivo” para incluir a todas las partes en la resolución del conflicto. Foica enfatiza la importancia de negociar de manera equitativa para evitar un deterioro en las condiciones laborales que afecta a los trabajadores del sector.
Hay gente que no lo entiende. Las conquistas gremiales no se negocian. Algo reconocido y aceptado por una patronal, no puede borrarse de un plumazo. Este gobierno, con o sin Mieres (para el caso es lo mismo) en todas y cada una de las instancias se pone de lado de las patronales, sin siquiera considerar lo que se discute. Del mismo modo que el casi monopolio de la industria frigorífica esté en manos de una sola empresa afecta a lso hacendados, también afecta al sindicato. Que ese monopolio perjudique a los estancieros preocupa al gobierno. Que perjudique a los trabajadores no, por lo visto. Da la impresión que los haberes de los obreros son moneda de cambio a la hora de negociar entre el gobierno y las multinacionales.