En 1982 asumió la dirección técnica de la selección de fútbol de Uruguay, en un momento en que no se había clasificado a los dos últimos mundiales y ya habían pasado dieciséis años de la última copa América (Campeonato Sudamericano 1967 en Montevideo). Se ganó la Copa América 1983 y se obtuvo la clasificación para el mundial de México 1986.
También dirigió a la selección uruguaya en su participación en la Copa Mundial de Fútbol de 1986.
Contó con una generación de futbolistas de gran nivel como Enzo Francescoli, Rubén Paz, Rodolfo Rodríguez, Darío Pereyra, entre otros. Pero su muy pobre gestión al frente de la selección uruguaya en el mundial de México 86, que incluyó una derrota por 6 a 1 ante Dinamarca, varias de sus decisiones (dejar fuera del plantel a futbolistas como Hugo de León, no colocar como titular a otros como Rubén Paz y Carlos Aguilera), más algunas de sus declaraciones públicas en medio del fracaso mundialista de la selección, lo convirtieron en el seleccionador nacional más polémico de la historia del fútbol uruguayo.
Después de su cese al frente de la selección uruguaya dirigió en países de la península arábiga. En 1988 dirigió por un breve período al Al-Hilal Saudi Football Club de Arabia Saudita, equipo con el que fue campeón, y a la propia selección de fútbol de Arabia Saudita.
También dirigió en Catar, Emiratos Árabes Unidos y Omán. Permaneció cinco años al frente de equipos de países árabes.