“Great Wall”: conociendo la fábrica del cigarro favorito de Mao

Con materias primas de alta calidad y una fina artesanía alcanzan los escalones de los puros producidos en Cuba e Indonesia.

En la ciudad de Shifang, Sichuan (China), nos encontramos con el Museo del Tabaco de China, que como si el ingenio arquitectónico y particular del país ya no nos hubiera sorprendido lo suficiente, el edificio tiene el aspecto de un tabaco ardiendo. Dentro se eleva una fotografía de un sonriente Mao Zedong con un cigarro fabricado por su marca preferida “Great wall”.

En el mismo predio está la fábrica de dichos cigarros, que le suma una experiencia olfativa al recorrido; una vez ingresados a las instalaciones se sienten los aromas del proceso de creación y muy característico de estos cigarros, que, sin ser fuertes, se vuelven algo exquisito. A través de ventanales, se puede ver el perfecto trabajo que realizan las manos de las mujeres trabajadoras de la empresa confeccionando puros, algo asombroso, cuando lo tecnológico está desplazando lo manual y que demuestra que el nacimiento de un buen cigarro es inseparable de las materias primas de alta calidad y de la fina artesanía.

“Great Wall Cigar” es una de las marcas de cigarros nacionales más antiguas de China; después de la fundación de la República Popular China, el gobierno del condado de Shifang se hizo cargo de Sichuan Industrial Co., Ltd. y estableció una fábrica de tabaco que, tras 10 años de arduo trabajo, desarrolló con éxito los cigarros Great Wall.

Shifang tiene zonas con condiciones que permiten que las hojas de cigarro que se producen allí sean comparables a las de Cuba e Indonesia; desde finales de la dinastía Ming y principios de la Qing se ofrecían al palacio como tributo para que las disfrutara la familia real. Desde 2007, Shifang es conocida como la “ciudad natal de los cigarros chinos” y ha sustentado este título con varios premios y menciones obtenidos con “Great Wall”, como la Medalla de Oro de Damasco y la Medalla de Plata de Panamá en virtud de la oferta especial. También fueron designados como regalo nacional, situándose entre las tres marcas más famosas del mundo.

Por qué se volvieron los favoritos de Mao, suele ser una pregunta cotidiana, y se debe  a su fabricación en 116 procesos, desde que las hojas de tabaco ingresan a la fábrica hasta que el cigarro es terminado. Dentro estos procesos, hay tres pasos de procesamiento más exquisitos para las hojas de tabaco: primero, verter una cantidad adecuada de vino blanco y ponerlo en una vaporera para fumigarlo; segundo, remojarlo en agua de té con aroma especial y secarlo y tercero, remojarlo con vino de canela; y secarlo. A través de estos tres procesos, no sólo se puede eliminar el olor y reducir el alquitrán en aproximadamente un 30%, sino que también es menos irritante y no provoca tos, razón principal por la que Mao Zedong eligió “Great Wall Cigar”.

Pese a que durante estos años, dentro de la gama media alta y alta, han producido diferentes puros, la artesanía y la tecnología para producir los primeros cigarros de edición especial “132” se trasmitió de generación en generación y sigue siendo parte de la esencia de la fábrica. 

Por su parte el museo y tras varios años de preparación, planificación y construcción, se ha vuelto un museo profesional a nivel nacional, que con una superficie de unos 4.663 metros cuadrados, está dividido en tres plantas, donde cada una de ellas alberga una sala de exposición con los temas: “Búsqueda de raíces”, “Trazabilidad” y “Exploración”, respectivamente, bajo la misión de fortalecer el desarrollo de la industria china del cigarro; promocionar la marca de cigarros Great wall; ofrecer servicios integrales para la exhibición de los productos de tabaco de Sichuan y promover el desarrollo local y el progreso social. Además de los cigarros de Sichuan, el museo también conserva colecciones de las provincias de Hubei, Shandong, y Anhui, que juntos consolidan la posición de China en el mapa mundial de cigarro de alta calidad.

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