Patricia Lussich es la presidenta de la Asociación Uruguaya de Agencias de Publicidad (AUDAP) por tercera vez y la primera mujer en recibirse de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación. Posee más de 35 años trabajando en el área de publicidad y se desempeña como docente. Cada paso que da en su vida es bajo el lema de hacer lo que esté a su alcance en su baldosa y no decirle nunca que no a alguien.
Durante los años 1982 y 1987, estudió convencida, una carrera que para entonces era una novedad inexplicable y juzgada como don de nacimiento y no como profesión.
Cursó una beca en Bélgica y trabajó en una empresa de publicidad reconocida en España, donde se perfeccionó para continuar, a su vez, como docente.
Recuerda que su “primer golpe contra la realidad”, fue al regresar a Uruguay, cuando recibió una oferta laboral de un agencia, donde iba a atender a un cliente dedicado a cosméticos femeninos. “En mi primer día tuvimos un almuerzo con cinco señores, donde me presentaron y la respuesta de ellos fue: no queremos que nos atienda una mujer” relata.
En ese momento quedó impresionada porque la decisión se tomó en base a una condición “que yo no podía cambiar” y “no me conocían, ni sabían quién era. Solo les importó que yo era mujer”.
Ante esto su respectivo jefe les pidió un mes de prueba, en el que “hice todo lo que pude y más, para tratar de demostrar que que yo podía”. La historia cierra con su contratación definitiva, pero expresó que la clave estuvo en que “dije: yo esto no me lo compro como un problema y voy a hacer todo desde el punto de vista del trabajo, para que esa misma gente que dijo no, vea mis capacidades”. Desde esa experiencia donde “tuve que demostrar tres veces más que un hombre” y a lo largo de su trayectoria, se propuso “nunca cerrarle las puertas a nadie”.
En su momento habían muy pocas mujeres en publicidad y hoy cuenta que, en AUDAP alcanzan el 55%.
“Nuestra industria es una de las que más ha demostrado la elección de personal por capacidad y no por género. Más allá de que sigue presente la falta de mujeres en puestos de decisión, en AUDAP tenemos 25 socios, con unas cuantas mujeres dirigiendo”. De esta manera se siente “muy orgullosa de esta industria, donde las mujeres tienen un lugar”, haciendo referencia a que hubo una evolución.
“La sociedad tira a un quiebre de roles y tareas por género y va hacia una corresponsabilidad familiar. Hay un tema generacional en donde la cultura y los valores, hacen que se vaya compartiendo mucho más de lo que se compartía antes y que el rol de la mujer en el trabajo y en sus responsabilidades, hoy esté mucho más valorado» dice Lussich.
Agrega que esto «lleva su tiempo pero el proceso está. Lo que sigue estando no es un tema de capacidad de formación sino, muchas veces, de oportunidades y hasta de suerte del destino” expresó, recordando que “cuando demostré que yo tenía las capacidades del otro lado siempre me respetaron”.
Lussich hace mención a no olvidar el recorrido, que muchas veces no se toma en cuenta. “Desde donde se partió y hasta donde estamos” porque “participaron muchas mujeres que hicieron posible la consideración y la valoración, abriendo caminos por los que hoy podemos transitar”.
Añadió que “falta, pero hay que seguir en ese camino de hacer algo desde tu baldosa, para que la que viene atrás ya no tenga que dar esa batalla”, razonando que “se necesita la vía de los hechos porque el discurso a veces queda corto”.
Finalizando hace llegar el mensaje a todas las mujeres de que “no decaigan y vayan por su sueño o por lo que les parece que es su objetivo”, con la tranquilidad de que “aunque parezca que no estás en el camino, al final el camino te devuelve”. Y recuerda que “desde mi baldosa logré que me respetaran y que me considerarán, abriéndole así paso a otras generaciones y desde mi rol como docente potenciarlas a que sean mejores”.
