Jhoana Lecuna: “Hablar sobre el suicidio no lo provoca, pero el silencio es peligroso”

La suicidóloga ofreció una entrevista para hablar de su perspectiva de la salud mental.

Jhoana Lecuna señala que "es crucial recordar que la ayuda existe".

Los suicidios son enemigos silenciosos, que presentan la variante de que muchas veces solo las personas que sufren problemas de salud mental son las únicas que saben de su alcance, mientras que en una gran proporción su entorno se ve sorprendido por los resultados catastróficos e impactantes que pueden ocasionar.

En el año 2024, los problemas de salud mental en nuestro país trajeron consigo una estadística lamentable donde Uruguay tenía la tasa más alta de suicidio de América Latina. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), a nivel nacional ocurrían 16 muertes semanales. A pesar de estos datos, el suicidio sigue siendo un tema rodeado de silencio, tabúes y estigmas que impiden que la sociedad lo aborde abiertamente.

Para entender este fenómeno, que no da señales de mejora en nuestra sociedad, Diario La R entrevistó a la magíster en Psicología Clínica, Jhoana Lecuna, quien además tiene un diplomado en Suicidología y su pasión por la salud mental la ha llevado a recorrer un camino nutrido de vasta experiencia en el área.

La suicidóloga Lecuna es docente en diferentes centros educativos donde dicta cursos para hablar de la prevención y postvención del suicidio y, entre muchas otras cosas, su currículum refleja que desde el 2023 hasta este año fue psicóloga representante de la ONU en Misión Operativa de Paz en República Democrática del Congo.

Es oportuno mencionar que un suicidólogo se dedica a la concientización, promoción, prevención y postvención del suicidio, con abordajes clínicos y socio-comunitarios. Ella, como fundadora en el 2020 de Suicidio.uy (clínica de atención en salud mental privada, donde ofrecen atención para intento de autoeliminación), menciona que desde el comienzo, los desafíos que enfrentaba eran múltiples, partiendo de la base que las personas y familias que llegaban al centro de salud lo hacían en búsqueda de respuestas que su mutualista (pública o privada) no le brindaba.

“Los desafíos y las causas son múltiples porque hablamos de vivir o morir. El primer gran desafío es estabilizar a la persona, intentar enlazar con su psiquiatra para ponernos de acuerdo con el diagnóstico y tratamiento, y luego crear una intervención oportuna personalizada. Un reto mayor es crear o solidificar su red vincular”, puntualizó la suicidóloga, que resalta que atiende con mucha frecuencia a la población adolescente.

Entre los múltiples factores que generan esta situación extrema en el ser humano, asegura que lo primordial es comenzar a evaluarse a sí mismo como individuo. “La sociedad comienza desde casa, como hablamos, como nos miramos, entre otras cosas. Luego hay que atender los vacíos de desinformación y orientación, porque si yo no sé sobre un tema, para mí no existe”. Argumenta que hablar del tema de la salud mental y el suicidio solo en días puntuales del año no ayuda.

“Nosotros los suicidólogos sugerimos hablar mucho del tema porque es una forma de prevenir y eso salva vidas. El silencio genera más miedo a pedir ayuda, al rechazo y a la discriminación. Justamente hoy, nuestra sociedad continúa con el estigma, por ejemplo, de cómo debe comportarse un hombre, sobre el bullying, el desprecio y los serios problemas de ansiedad y depresión que tenemos en el país.

La co-fundadora de Espacio CoValente (lugar integral para el abordaje en salud mental) afirma que existen estudios que revelan que las sociedades donde hay mayor acceso a servicios de salud mental y políticas públicas que promueven el bienestar emocional y el manejo del suicidio pueden ser más preventivas, basadas en la atención temprana, en contraste con otros lugares donde la atención primaria no es una prioridad.

Lecuna fue psicóloga representante de la ONU en Misión Operativa de Paz en el Congo.

“Se ha mejorado, pero hay que continuar con el esfuerzo; quedan muchas cosas por hacer, como cartelería en vías públicas o puntos claves donde la información tiene que llegar. Capacitar a los funcionarios que trabajan en las instituciones de salud; mis pacientes me dicen una y otra vez que los tratan mal diciendo: ‘otra vez se quiso matar’. En el caso de los adolescentes, no tienen lugares específicos para ser internados (ni públicos ni privados). Así como generar y construir espacios para hablar del tema sin prejuicios”, dijo la psicóloga.

En cuanto a las señales de advertencia a las que se deben estar atentos, son varias y complejas según cada persona, porque en ellas se encuentran las “modificables”, que pueden ser salud física, dimensiones psicológicas o abusos de sustancias, y luego las “inmodificables”, como la edad, heredabilidad, estado civil, entre otras.

“Las advertencias son diversas y singulares, pero podemos encontrar generalidades. La complejidad y diversidad de indicios se pueden encontrar, como en el caso de las picadas en motos o autos en la vía pública; a nadie se le ocurre pensar que estamos ante conducta de riesgo suicida, sí de conducta homicida. Si abordamos a los jóvenes que deciden tomar esos riesgos vitales, seguramente encontraremos mucho si hablamos sobre qué está pasando en su vida emocional, en su contexto familiar o en su entorno vincular”, contextualizó la especialista.

Por otro lado, en cuanto al proceso que enfrentan las personas para rehacer su vida después de estar al borde del suicidio, menciona que en su experiencia lo importante son las atenciones psiquiátricas y de psicoterapias. En la segunda, se aborda con una entrevista de recepción donde se realiza “una valoración de riesgo de suicida” para luego trabajar en el tratamiento oportuno. “Se comienza a trabajar en red con otros actores como instituciones educativas y, durante el proceso, se van aplicando técnicas que miden los impulsos y su conexión con las ideas de muertes, para luego elaborar una estrategia de acción”, explicó.

Finalmente, habló de las políticas públicas que se realizan en Uruguay para atacar el problema de autoeliminación y afirma que Uruguay al día de hoy no cuenta con una ley en prevención, promoción y postvención del suicidio. “Se puede destacar que Uruguay tiene en su grilla de prestaciones programas que abarcan estos ciclos de atención y contención. Pero existen debilidades relacionadas con la visión sobre la dimensión de la problemática; los recursos humanos siguen siendo escasos y no especializados. Mientras que la sobredemanda sigue siendo insatisfecha en atención y la respuesta a los usuarios llega a destiempo”, argumentó.

Afirma que hablar sobre el suicidio no lo provoca, pero el silencio es “peligroso”. Por ello menciona que es fundamental romper el estigma y abrir espacios seguros para que las personas puedan expresar su dolor y buscar ayuda. “Para quienes hoy están en una crisis emocional y sienten que no hay salida, es crucial recordar que la ayuda existe, ya sea a través de líneas de apoyo, profesionales de la salud mental, amigos o familiares”, cerró. Mencionar que a traves de @Suicidio.uy en Instagram se pueden comunicar con Jhoana Lecuna.

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2 Comentarios

  1. Si es verdad que los suicidios están motivados por una depresión profunda que es causada en su mayoría por maltrato infantil como opinan en Alemania, habría que proteger más a la infancia Eso no se hace en nuestro pais donde los abusadores salen al otro dia

  2. Excelente entrevista. Había leído algo sobre q íbamos a la cabeza en América. Si se piensa q nuestros niños y aún más, los adolescentes es tremendo. Hay q prevenir desde temprano. Además de buscar señales q muchas veces parecen normales de la edad y no lo son. A estar atentos con nuestros peques y también con los adultos solos donde la depresión juega un papel importante.

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