Jiaozi, un bocado de China en cada dumpling

Uno de los tesoros de la gastronomía del gigante asiático.

Todos los años en la primera semana de octubre, del 1 al 7, tiene lugar la “Golden Week” o “Semana Dorada”. Es el festival nacional para conmemorar el aniversario del origen de la República Popular de China. En esta semana el país se paraliza casi en su totalidad, es tradición utilizar estos días para viajar por el país, visitar familiares y disfrutar de los diferentes eventos y desfiles que ocurren a lo largo de todo el territorio.

En homenaje a los 75 años de la fundación de la República Popular de China, hoy vamos a hablar sobre los jiaozi, plato insignia de la gastronomía China que dio lugar a diferentes versiones que fueron apareciendo por todo el continente asiático.

Los jiaozi, también llamados dumplings, son originarios de la provincia de Cantón, al sur de China y datan de hace más de 2000 años. En la dinastía Han ya consumían un alimento similar, el “hundun” o “wonton”. Una pasta rellena similar a un raviol pero de masa más fina que se sirve en una sopa.

Constan de carne y/o verdura envueltos en una masa fina de harina de trigo. El relleno puede ser de carne de vaca, cerdo, pollo, cordero, pescado o camarones. Y las verduras por lo general son repollo, cebollín, jengibre y ajo.

Se pueden clasificar los jiaozi según sus 3 métodos de cocción. Cocidos, al vapor o fritos.

Los cocidos se hierven y se sirven en sopa o caldo. Los wonton son un ejemplo muy popular de este estilo, sobre todo en el sur de China.

Hechos al vapor se suelen servir en los Dim Sum. Se presentan varios platos pequeños o cestas de bambú con una gran variedad de dumplings. Se suele comer en la mañana o el mediodía y siempre se acompaña con té. Dim Sum se traduce a “pequeño bocado que toca el corazón”.

Fritos serían en principio dispuestos en una sartén con suficiente aceite para cubrir el fondo y se dejan hasta dorar la parte inferior del jiaozi. Cuando eso está pronto se le agrega una pequeña cantidad de una mezcla de agua y almidón de maíz hasta evaporar, esto genera una costra entre los dumplings y eleva la experiencia del plato aportando diferentes texturas al momento de comerlo.

A medida que se popularizaron los jiaozi en China, comenzaron a derribar fronteras y a llegar a los países cercanos como Japón y Corea, donde rápidamente adaptaron la receta a los ingredientes locales y comenzaron a prepararlas con distintos nombres. “Gyoza” en japonés y “mandu” en coreano, por ejemplo. Esto en gran parte se dio gracias a los comerciantes ambulantes que recorrían y se asentaban en distintas localidades de la Ruta de la Seda.

La Ruta de la Seda fue una red de rutas comerciales que unían al continente asiático con el europeo, más concretamente, el este de Asia con el Mediterráneo. Si bien era utilizada para el comercio de bienes como la seda, especias, papel y porcelana, con la gente viajaban alimentos, recetas y técnicas que influyeron en gran medida el intercambio gastronómico entre ambas culturas.

Hoy en día los jiaozi se han convertido en un plato emblemático de la gastronomía China de carácter global. La popularidad que tomó es tal que restaurantes especializados de dumplings abren sus puertas en todas partes del mundo. Incluso se pueden conseguir congeladas para preparar uno mismo en su casa.

Aunque hacerlos caseros no representa ningún desafío y te genera la satisfacción de recrear con tus propias manos una receta que está increíblemente cargada de historia y tradición. Es un alimento muy versátil gracias a su gran variedad de maneras de prepararlo y también muy reconfortante al momento de comerlo.

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