Katoen Natie presentó el proyecto final para la ampliación del Puerto de Montevideo

Este viernes, en las instalaciones de la Terminal Cuenca del Plata (TCP) y con la presencia del presidente de la República, Luis Lacalle Pou, del ministro de Transporte y Obras Públicas (MTOP), José Luis Falero, y de otras personalidades del Ejecutivo Nacional y Poder Legislativo, la directiva de la empresa belga Katoen Natie, dueña del 80% de las acciones del TCP (el Estado uruguayo es dueño del 20% restante) lanzó la presentación del proyecto final de ampliación del Puerto de Montevideo.

Encabezado por el presidente de TCP, Karl Huts, se realizó la puesta en escena de la maqueta de las obras, que implican la inversión de 600 millones de dólares por parte de la empresa que opera en 36 países.

Bondades naturales

Karl, hijo de Ferdinand (CEO de Katoen Natie, quien también estuvo presente) destacó las bondades naturales del puerto de Montevideo, el cual consideró «el mejor del continente». Allí se refirió a unas características que lo hacen único en el país.

«Tiene una ubicación estratégica en el río de la Plata, es una cuenca de 3.2 millones de km2, que no está tan lejos del mar, a solo 58 km. Si se le compara con el de Buenos Aires, que tiene que dragar unos 300 km, esta diferencia también impacta en el calado. Hoy en Montevideo contamos con 13 metros y en un futuro pasaremos a 14, lo que quiere decir que podrán venir barcos más cargados, cosa que jamás en la vida podrá pasar en Montevideo, dado a que no pueden pasar de 10 metros», relató.

«Este puerto tiene un clima benigno, a veces hay sudestadas y viento, pero nada en comparación con, por ejemplo, el de Río Grande (Brasil) donde tienen que cerrar hasta 45 jornales al año en promedio por tormenta», añadió.

Asimismo, el líder de la empresa belga destacó el marco de ley «visionario» existente en el país, basado «en la privatización y en la especialización».

Luego, explicó el impacto de estas variables en el en puerto. «Montevideo creció de apenas 100 mil movimientos en el 2000 a casi un millón el año pasado. Estamos hoy más fuertes que nunca. Se creó un marco que proyectará este puerto como el de referencia del cono sur», afirmó.

“Partido ganado”

«Cuando las obras terminen se podrán operar tres millones de contenedores al año, con una inversión de 600 millones de dólares. Con más de 20 años de experiencia en este país, aceptamos con mucho entusiasmo el desafío de confirmar a Montevideo como el puerto de referencia de América Latina», se atrevió” a vaticinar.

«Dios no creo que cambie de plan, nosotros mantendremos nuestro compromiso absoluto y si el tercer actor (el Estado) también lo mantiene, tenemos el partido ganado para la terminal, el puerto y el país», aseguró.

Finalmente, el presidente del TCP repasó cómo quedará el puerto una vez concluyan los trabajos. «El país quedará una obra de excelentísimo nivel. Una vez que terminen las mismas, tendremos 1.4 kilómetros de muelle, que nos permitirá operar cuatro de los barcos más grandes del mundo a la misma vez. TCP tendrá 60 hectáreas de playa ganadas al mar, que se agregarán al territorio nacional del Uruguay, operaremos 3 millones de contendores, la capacidad entera del Puerto de Buenos Aires hoy en día; el hermano menor pasará al mayor. Así crearemos 1500 puestos de trabajo directo y muchísimo más indirecto. Montevideo está listo para defender su posición del puerto más eficiente del continente y para conquistar el siglo XXI».

Ministro de Transporte y Obras Públicas, José Luis Falero. Foto: Gian Franco Laviano.

“Decisión acertada”

Por su parte, el Ministro de Transporte, José Luis Falero inició su intervención con un agradecimiento para la directiva de Katoen Natie «por todo el compromiso que demuestran con el país» y resaltó que era «un día especial para el Puerto de Montevideo y para el país todo».
«Si algo queda claro en este gobierno es el rumbo que este tenía para el puerto, la actividad comercial y para la apertura al mundo de nuestros productos», sostuvo.

«Agradezco a Katoen Natie por confiar en el Estado uruguayo, en toda la sociedad uruguaya. Sabemos que las inversiones siempre necesitan la mano tendida de privados comprometidos y con conocimiento de lo que hablamos», añadió.

Luego, el secretario de Estado reconoció las dificultades que experimentó la relación entre el gobierno de Uruguay y la empresa belga, pero hizo énfasis en un “rumbo claro”.

«Todo esto tuvo procesos diferentes que, como todo, tuvo altibajos, pero desde el primer día se tuvo claro el rumbo: el desarrollo del país y utilizar las bondades naturales para el crecimiento», aseveró.

«Ese rumbo marcó el compromiso que desde el primer día el ministro Heber tomó la posta y encaminó la posibilidad de concretar esta inversión. Para eso se tuvo que revisar y readecuar un contrato a la realidad de la necesidad de la inversión: si queríamos una inversión mayor, se tenía que posibilitar para que este apueste, crea y tenga la seguridad de recuperar la misma”, añadió.

Falero dijo que la concreción de un nuevo acuerdo que extendió la concesión del puerto para la empresa hasta 2084 “es parte de lo que es una estrategia para que las cosas sucedan antes de lo que incluso pueda hacer el propio Estado” y luego añadió que “este día nos marca claramente el acierto de esa decisión».
«Acá hay un gobierno que quiere ser socio desde el primer día, como accionario y en la participación de la parte operativa de esta inversión, desburocratizando, con facilidades, con interés», sostuvo.

«De eso se trata, de un compromiso de una empresa familiar que lo hace en su primera y segunda generación y ya lo hace en la tercera. Eso es compromiso en serio, es querer a un país», concluyó.

Presidente de la República, Luis Lacalle Pou. Foto: Gian Franco Laviano.

“Estos belgas se quedan”

Por su parte, Lacalle enfatizó en el compromiso de la sociedad uruguaya en hacer respetar los marcos legales, que permiten que se lleven a cabo estas inversiones en el país.
Lacalle sostuvo: “Esta inversión no solo es buena, no solo va a traer trabajo, no solo va a ayudar al Uruguay productivo”, sino que en “este mundo tan incierto, tendremos la confianza y la certidumbre de mirar a largo plazo”.
«Hasta hoy gobernaron tres partidos, coaliciones y siempre que se cumplió se avanzó, cuando no se avanzó es porque una de las partes no cumplió», dijo el presidente y luego contó una anécdota.

Lacalle contó que, «dos o tres años» antes de las elecciones presidenciales de 2019 el Estado uruguayo cambió «cooperación por conflicto» con Katoen Natie. «Tanto se cambió a conflicto» que los dueños de la empresa belga querían «vender» y «demandar».

«Como era senador y me interesaba el tema le pedí una reunión a la familia Huts. Comimos algo y yo pedí para ir al baño y entré por la cocina y vi unas cañas y unos tomates y le pregunté a la señora (Karine) Huts, que estaba allí ‘¿Y eso qué es?’ y ella me dijo ‘estoy plantando…’ no me acuerdo qué y ahí dije ¡Estos belgas se quedan! porque si están plantando, es que siguen. Solo hacía falta ponernos de acuerdo».

«Sacamos la parte del conflicto, la cambiamos por cooperación, llegamos a un acuerdo y hoy tenemos todo este círculo virtuoso (…) estamos tranquilos, esta inversión no solo es buena y va traer trabajo, sino que podemos tener la confianza y certidumbre de mirar a largo plazo», concluyó el mandatario.