Strummer acababa de ver a los Sex Pistols actuar en Nashville Rooms y convenció al resto de que el punk era el estilo con el que debían seguir adelante.
Levene permaneció en los Clash el tiempo suficiente para aparecer en los primeros conciertos y contribuir al surgimiento de algunas canciones célebres, entre ellas ‘What’s My Name’, incluida en el álbum con que debutaron en 1977.
Con la deriva cada vez más política de The Clash, Levene decidió dejar el grupo y tuvo aún más éxito con Public Image Ltd acompañado de John Lydon, el cantante de los Sex Pistols, donde utilizaba el nombre de Johnny Rotten. Ambos pusieron los cimientos de lo que luego se conoció como postpunk.
«La gente creía que tenía formación clásica, lo cual era una tontería. Conocía el acorde de mi, y me aventuré en mi menor. Le pusimos la música en bandeja a Lydon. Estaba muy de moda en aquella época y hacía un trabajo realmente bueno», contaba Levene sobre sus inicios. La web The Quietus escribió de él que «su estilo de guitarra ocupaba un espacio entre la abrasión angular y la opulencia pop».
Su pareja, Kate Ransford; su hermana, Jill Bennett; y el marido de ésta le acompañaron en sus últimas horas.
Murió «pacíficamente, en calma, cómodo y amado», según la familia, que ha pedido privacidad. «No hay duda de que Keith era uno de los guitarristas más innovadores, audaces e influyentes de todos los tiempos», aseguró el autor y compositor Adam Hammond.