La CIA ha cambiado su postura sobre el origen del COVID-19, indicando que ahora considera «más probable» que la pandemia haya surgido de un laboratorio en lugar de la naturaleza, según un portavoz de la agencia. Durante años, la CIA mantuvo que no podía determinar si el virus había sido el resultado de un accidente en un laboratorio o si provenía de un origen natural. Sin embargo, bajo la dirección del exdirector William Burns, la agencia ha realizado un nuevo análisis, destacando la importancia histórica del asunto.
Aunque la CIA sostiene que tiene «poca confianza» en su evaluación de que el origen del virus está vinculado a la investigación en un laboratorio, señaló que ambos escenarios, tanto el de un origen natural como de laboratorio, siguen siendo posibles. Esta nueva evaluación ha reavivado el debate sobre el origen del COVID-19, un tema que ha estado rodeado de controversia y acusaciones de politización.
Desde Pekín, el gobierno chino ha respondido acusando a Washington de politizar las investigaciones sobre el origen del virus y defendiendo su participación en los esfuerzos internacionales para esclarecer este hecho. China ha rechazado las teorías que sugieren que una filtración de laboratorio pudo haber causado la pandemia, calificándolas de infundadas y sin credibilidad.
La postura de la CIA plantea más preguntas sobre la falta de consenso en la comunidad internacional sobre este tema y subraya las tensiones geopolíticas en torno a las investigaciones sobre el origen del COVID-19.
La CIA y el hijo de Biden tenían, hasta que se deschavo con documentación, la existencia varios laboratorios de guerra bacteriológica en Ucrania. Quien sabe sino fueron ellos que lo introdujeron en China para joder su economía, por algo insisten como el Tero cantando en otro lugar.