De este modo, el banco central estadounidense reanuda la senda de endurecimiento de su política monetaria tras la pausa adoptada en la reunión de junio, tras diez subidas de tipos consecutivas, ampliando a once los incrementos del precio del dinero acometidos desde que comenzase la secuencia en marzo de 2022.
“El Comité continuará evaluando información adicional y sus implicaciones para la política monetaria”, ha indicado el banco central, que, para determinar el grado de endurecimiento adicional de la política que puede ser apropiado para devolver la inflación al 2% con el tiempo, “tendrá en cuenta el endurecimiento acumulativo de la política monetaria, el decalaje con el que la política monetaria afecta la actividad económica y la inflación, y el desarrollo de los factores económicos y financieros”.
Al evaluar la postura apropiada de la política monetaria, el Comité de la Fed ha asegurado que continuará monitoreando las implicaciones de la información entrante para el panorama económico.
De este modo, la institución ha subrayado que el Comité estaría preparado para ajustar la postura de la política monetaria “según corresponda” si surgen riesgos que pudieran impedir el logro de los objetivos.
A este respecto, la entidad ha destacado que los indicadores recientes sugieren que la actividad económica se ha estado expandiendo a un ritmo moderado, mientras que la creación de empleo ha sido sólida y la tasa de desempleo se ha mantenido baja, aunque “la inflación sigue elevada”.
Asimismo, el banco central ha destacado que el sistema bancario estadounidense “es sólido y resistente”, considerando probable que, unas condiciones crediticias más estrictas para los hogares y las empresas, pesen sobre la actividad económica, la contratación y la inflación, aunque ha admitido que el alcance de estos efectos “sigue siendo incierto”, por lo que permanecerá muy atento a los riesgos de inflación.