Cada 1 de febrero se conmemora el Día Mundial del Galgo, ya que esta es la fecha en la que se da por terminada la temporada de caza a la que se somete a estos animales en varios países de Europa. La misma comienza el primero de octubre y finaliza el 31 de enero, y previo a esta, los galgos son mantenidos en lugares estrechos y oscuros donde son obligados a pasar hambre para salir a cazar con más ansias.
Cuando la temporada culmina miles de estos perros son abandonados o sacrificados ya que dejan de ser útiles para los cazadores.
Se estima que cada año más de 50.000 galgos son rescatados a nivel mundial.
En nuestro país, el 26 de diciembre de 2018 el Poder Ejecutivo, con el entonces Presidente Tabaré Vázquez a la cabeza, decretó la prohibición de las carreras de perros en todo el territorio.
El decreto, en los artículos 2 y 3, encomendó a la Comisión Nacional Honoraria de Tenencia Responsable y Bienestar Animal a actuar de oficio o ante una denuncia de la realización de carreras de perros, pudiendo proceder a confiscar los animales utilizados para las mismas. Asimismo, establecía que, de ser necesario, podía recurrir a la intervención del Ministerio del Interior y de las autoridades sanitarias y judiciales que considerase pertinentes.
Rony: el galgo uruguayo rescatado
Rony es un galgo que a fines de 2019 (pese a que el decreto ya estaba en funcionamiento hacía casi un año) corrió nuevamente una carrera, la cual le agravó una lesión anterior que ya tenía en una de sus patas izquierdas, dejándosela inmóvil de forma permanente. Es aquí cuando es abandonado por quedar completamente inútil para realizar estas actividades.
Claudia Ocaño, directora de la fundación Amigos Unidos por los Animales, fue quien lo encontró deambulando por las calles de Soriano y se hizo cargo de él.
Además de la lesión en su pata izquierda, lo encontró con desnutrición y severos daños en la piel.
Gracias a Claudia logró ingresar a un hogar sustituto donde estuvo reeducándose para poder volver a convivir tanto con personas como con otros animales. Luego de esta rehabilitación social es puesto en adopción.
Pasado un tiempo mayor al promedio, ya que Rony era un perro de unos seis años y discapacitado, a la fundación le llega una solicitud de adopción desde Montevideo, a quien se le explica la difícil situación sanitaria en la que se encontraba el galgo pese a estar en buena recuperación.
Clementina es quien lo recibió y lo adoptó en marzo de 2020, dándole un hogar y la vida que nunca pudo tener.
«Ahora pasa sus días recibiendo mimos y no sabe lo que es el maltrato», afirma.
La historia de Rony es un recordatorio conmovedor de la importancia de la compasión y el respeto hacia todos los seres vivos. En un mundo donde los animales no pueden hablar, depende de nosotros ser su voz y abogar por un cambio positivo. Esperamos que la historia de Rony inspire a otros a unirse a nosotros en esta importante misión.
Rony y su historia nos recuerda lo conmovedor del sufrimiento y la resiliencia de los galgos que son maltratados y explotados en las carreras. A pesar de sus dificultades, este noble y sumiso perro cautiva a todos con su mirada encantadora, inspirando amor a primera vista en aquellos que tienen la suerte de conocerlo. A pesar de su patita lesionada, Rony ha encontrado un hogar amoroso en Montevideo, donde es admirado por su valentía y su capacidad de amor incondicional.
