El Instituo Nacional de Estadistica (INE) dió a conocer el último informe sobre seguridad alimentaria. Las conclusiones del estudio señalan que «la inseguridad alimentaria se mantiene como un problema prevalente en el país y al igual que el pasado año, las mayores prevalencias de inseguridad alimentaria se observaron en hogares integrados por niños y niñas menores de 6 años y también menores de 18 años y la mayor prevalencia está en los departamentos de Artigas, Tacuarembó, Rivera, Cerro Largo y Treinta y Tres, así como Montevideo y Canelones.
Se destaca que la prevalencia moderada o grave se estimó en un 14,6 % de los hogares. Esto significa que, cada 1000 hogares, 146 habían reducido la cantidad de alimentos que consumían por falta de dinero u otros recursos. La estimación de inseguridad alimentaria moderada o grave en personas correspondió a 16,3%. Esto implica que cada 1000 personas, 163 vivían en hogares con inseguridad alimentaria moderada o grave. Por su parte, la prevalencia de inseguridad alimentaria grave en los hogares se estimó en 2,5%. Este resultado indica que 25 de cada 1000 hogares se habían quedado sin alimentos por falta de dinero u otros recursos y que alguna persona del hogar no había comido en todo el día. La estimación de inseguridad alimentaria grave en personas correspondió a 2,8%. Es decir, cada 1000 personas, 28 vivían en hogares con inseguridad alimentaria grave.
Otro factor preocupante es que la inseguridad alimentaria fue mayor en aquellos hogares donde vivían menores de 6 años. La prevalencia de inseguridad alimentaria moderada ygrave alcanzó el 19,9% en los hogares con menores de 6 años, mientras que la inseguridad alimentaria grave alcanzó el 3,3%. Es decir, cada 1000 hogares con niños menores de 6 años, 199 experimentaban inseguridad alimentaria moderada o grave, de los cuales 33 experimentaban inseguridad alimentaria grave.
Los más afectados: Montevideo, Canelones y el noreste del país.
Al analizar la inseguridad alimentaria según áreas geográficas a nivel de hogares, se observaron prevalencias similares entre Montevideo e Interior. Sin embargo, al desagregar los datos se registró una mayor prevalencia de inseguridad alimentaria en la región noreste (Artigas, Tacuarembó, Rivera, Cerro Largo y Treinta y Tres) y en la región compuesta por Montevideo y Canelones. Por el contrario, los niveles más bajos correspondieron a los departamentos del centro y sureste del país.
Por quinitiles
La inseguridad alimentaria como era de esperarse se concentró principalmente en los hogares del primer quintil de ingreso, o sea dónde los ingresos son más bajos. Ahí la inseguridad alimentaria moderada o grave alcanzó el 37,1% y la inseguridad alimentaria grave el 8,0%. Estos porcentajes disminuyeron de forma marcada al aumentar los ingresos de los hogares. Curiosamente en los hogares del quintil 5 de ingresos (o sea los más altos), la prevalencia de inseguridad alimentaria moderada o grave se estimó en 2,0% y la inseguridad alimentaria grave en 0,2%.
Cada vez mas hambre; cada vez mas pobres; cada vez los ricos mas ricos… Esta es la realidad y hay que reconocerla por mas que algunos quieran disfrazarla
La inseguridad es «alimenticia» alimentaria es otra cosa.
La gran mayoría de los pobres e indigentes son niños. Un gran porcentaje de los niños y niñas, pasan hambre. Las olla populares, que no salen más en la tele, porque los dueños de los canales, atentos y consecuentes con un gobierno que les hace una Ley de Medios a la medida, no los muestra, siguen estando ahí. Miles de compatriotas hacen cola con un tapper para ir a buscar la comida del día. Ollas y merenderos hacen malabares para brindar un taza de leche y un plato de comidad a miles de uruguayos. El MIDES ha encanutado un toco de guita, además de depedir a montones de trabajadores y cortar convenios con ONGs que laburan en los lugares de contexto crítico. Esa plata, supuestamente, se repartirá con bombos y platillos en 2024, año electoral. Más allá de la inmoralidad del hecho, queda la bien fundada duda si esa plata llegará a los que la necesitan. El PBI subió. El reparto o derrame, como le dicen, bien gracias. Y son los cinco mejores años…