La internacionalización del currículum de la formación docente

En este mundo, las asimetrías económicas y sociales, son diferencias educativas,.

La semana pasada se realizó en Montevideo, el II Encuentro del Proyecto de Investigación NEIES – MERCOSUR sobre Gestión e Internacionalización del Currículo, impulsado desde el Instituto Universitario Sudamericano (IUSUR), que dirige Enrique Martínez, con la participación de diversas universidades y académicos de Brasil, Argentina, República Dominicana, Uruguay y Paraguay, en el cual tuve el honor de participar en una mesa de trabajo sobre el tema.

En un mundo global, con una fuerte tendencia a la internacionalización de los sistemas de educación superior y la conformación de un sistema educativo global, la reflexión sobre las características de un currículo global, las diferenciaciones curriculares nacionales, y los perfiles de esos currículos para los diversos campos profesionales, es un tema necesario de reflexión y análisis. Es claro que en algunos campos laborales y disciplinarios, los currículos tienden a ser dominantemente globales (como por ejemplo temas de navegación o industria espacial o aérea, temas de comercio internacionales, o vinculados a disciplinas sistémicas con su basamento global). Sin embargo, algunas profesiones, campos laborales y disciplinarios, tienen componentes más locales de pertinencia o saberes que globales. Sin duda, lo legislativo, social o cultural, tiende a un sustrato  más local.

En relación a la formación docente, el debate de la conformación del currículo y sus competencias esperadas en los tiempos actuales, implica analizar y definir tanto los componentes más propiamente locales como los internacionales, no sólo como reflexión académica, sino como práctica central  la política educativa, tanto a nivel macro como de las instituciones individualmente.  Obviamente, una institución que se focaliza en algunas áreas del ejercicio con un perfil más global, difiere de otra cuyo perfil de egreso esté más centrado en aspectos o competencias  locales. Sin embargo, aun así, la discusión refiere a la necesidad y el grado de intensidad en la conformación de un currículo global transversal, más allá de las especificidades de los campos profesionales.

La internacionalización de los procesos educativos es una tendencia en curso desde hace muchos siglos, pero desde hace pocas décadas se ha acelerado y se ha constituido en un motor central de las reformas educativas y curriculares. Los ejes de esta internacionalización educativa y específicamente curricular refieren a una serie de variables que con distinta intensidad inciden tanto en el ámbito de las diversas profesiones universitarias, como de la profesión docente, en términos de un campo y un ejercicio particular del trabajo. La incorporación de idiomas, estudios comparados o incluso estructuras educativas comparables o similares, así como de las competencias comunes de egreso para el reconocimiento de estudios, se han ido conformando como tendencias delas transformaciones curriculares. Sin duda, la internacionalización del currículo es necesaria para todas las profesiones, pero cabe analizar cuales pudieran ser las especificidades para el caso de la formación docente, e incluso para los distintos niveles educativos. Ello remite a pensar la diferenciación de este campo laboral y también profesional.

La internacionalización del currículo para el nivel universitario refiere a varias causas, entre las que destaca la existencia de mercados de trabajo comunes, la necesidad de actualizar los contenidos y métodos a los avances en los conocimientos y en las técnicas de comunicación cuyas innovaciones son globales, o la propia existencia de saberes globales que no están recortados o limitados por las fronteras nacionales. Igualmente la internacionalización está asociada a la  necesidad de conocer la información y las prácticas globales sobre la eficiencia de los diversos métodos de enseñanza.  La internacionalización curricular refiere a la necesidad de apoyar los procesos locales bajo estándares y estructuras globales que faciliten la movilidad y el reconocimiento de las certificaciones con miras a la continuidad académica. Lo central sin embargo es que la calidad académica no es local, sino en los entornos globales. os ranking académicos o las evaluaciones globales de aprendizaje nos permiten identificar las asimetrías  de aprendizajes, las debilidades de nuestros procesos de formación y  las carencias de los recursos humanos.

Por ello, el trabajo docente como  campo educativo, cognitivo y laboral específico,  pero que tiene la función de formación de los propios formadores, con su  particularismo como vehículo y canal de la creciente renovación de los conocimientos y por ende de las prácticas profesionales, tiene que enfocarse alrededor en el impulso hacia una educación global y donde la herramienta es  la internacionalización del currículo. En este mundo, las asimetrías económicas y sociales, son diferencias educativas, y la internacionalización es la palanca para mejorar la calidad

Eco. Claudio Rama

Dr. ED; Dr. DER; Post. Dr

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