/

“La mujer siempre tuvo que romper techos y salir a ganarse un lugar”

La Licenciada en Ciencias de la Comunicación, Valeria Delfino tomó la decisión de emprender junto a su colega la Ingeniera Química Constanza Boix y en 2017 nace Nuda, primera empresa de Uruguay y la región con foco exclusivo en el desarrollo de la modalidad de nuda propiedad.

Recuerda que en ese entonces “casi el 90% de las personas” con las que trataban eran hombres y hoy, 7 años después, “esa diferencia no está tan marcada”, expresando que “si bien la participación de la mujer en la inversión sigue siendo menor, está más activa”.

A nivel de empresa siente que lo único que les tocó vivir respecto a género fue la mayoritaria presencia masculina en el sector, pero a nivel personal nos habla de tener que “conjugar tiempos de la maternidad con los laborales de una empresa propia, que no tiene horarios fijos y requieren fines de semana”.

Si bien emprender es uno de los “pequeños terrenos que las mujeres venimos ganando” existe una “diferencia con respecto al hombre” que “sin generalizar, lo viven diferente” expresó. Plantea que en Uruguay hay una brecha cultural que “cada vez es más chica, pero que está”, donde “la mujer siempre tuvo que romper techos y salir a ganarse un lugar, porque hay muchos que eran únicamente para el hombre”. Entonces, considera que hay dos cosas “súper importantes” que se deberían de hacer y son: “Desde los que somos padres, madres o estamos en contacto con niños, educarlos de forma equitativa, que sin distinción de género sepan que puede llegar a donde quieran, siempre que sea con perseverancia, esfuerzo y trabajo; debemos acompañar esos procesos y dar libertad dar para soñar” reflexionando que “a las mujeres de antes no se les daba esa libertad, sino que se las encasilla en un lugar, que ya sabemos cuál es” y lo segundo es “trabajar en la culpa”.

En este último punto mencionó que “la mujer que tiene empresa y no puede estar para algunas cosas o momentos, siente culpa porque no está para su familia. Cuando ésta, siente que no cumple con su trabajo y esa sensación de culpas, muy femenina, con respecto a lo que tengo que hacer y cómo lo tengo que hacer, es algo que hay que trabajar y liberarse”.

A nivel nacional, sostiene los cambios deben ir acompañados por políticas sociales, y aunque la relación mujer-empresa y mujer-emprendedurismo “la veo cada vez mejor” hay ciertas cosas a trabajar, como que “en algunos lugares de relevancia o de congresos, notamos la ausencia de panelistas mujeres o su poca participación, cuando, hay y conocemos, muchas mujeres idóneas que podrían estar en ese lugar”.

Dentro de este tema, también incluye la “ausencia de políticas hacia la madre emprendedora” o los vacíos legales, como por ejemplo, “no tenemos licencia por maternidad y mucho menos la cobramos” y recordó que cuando tuvo a  segunda hija “mi pareja no pudo tomarse medio horario, para ayudarme, porque no gocé la licencia por maternidad, que no me correspondía”. Entonces denuncia que “ahí hay un vacío legal” y “se deberían aplicar políticas que acompañen y apoyen a las madres que emprenden, porque ocurre una transformación enorme y no se puede seguir como si no lo haya” y enlazar esas políticas que fomenten la corresponsabilidad y se le otorgue al hombre la posibilidad de estar presente, sin cargar a la madre con el cuidado”.

Finalizando expresó que “tenemos que empoderarnos, quitarnos los prejuicios y sacarnos los miedos, porque somos nosotras las que vamos a tener que seguir rompiendo esas barreras, con acompañamiento seguro, pero somos nosotras”, resaltando que “la capacidad de resiliencia, empuje, compromiso y responsabilidad de las mujeres es infinita y eso, nos ha hecho y nos va a hacer, lograr absolutamente todo”.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Últimos artículos de #8M