La Universidad detrás de las rejas

A través del Programa de Respaldo al Aprendizaje, desde el 2016 se desarrolla un trabajo de apoyo a estudiantes que cursan carreras y están privados de libertad

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Alicia Álvarez, docente del programa afirma que es “muy saludable” porque “nos pone en perspectiva a las y los universitarios y nos propone muchos desafíos”. 

La docente considera que para las personas privadas de libertad “el choque de sus vidas es estar en la Universidad” porque quieren ser partícipes de este camino.

El equipo central de trabajo con Estudiantes Privados de Libertad (EPL), está formado por siete cargos (una funcionaria administrativa y seis docentes, cuatro de ellos grado uno). Paralelamente el equipo de “Tutorías entre Pares” trabaja con los EPL con la supervisión de los docentes, en las unidades del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR).

El programa se encuentra en un proceso de renovación ya que es “un trabajo muy desgastante por la exposición del cuerpo en el territorio y en un campo de mucha tensión y de mucho conflicto”.

Y agregó “más conflicto aún genera el encuentro de dos instituciones como la Universidad y la cárcel, el encuentro de dos lógicas como la de control, la penitenciaría y la punitiva con la de los derechos y la autonomía educativa de la Universidad”

La docente expresó que si bien los recursos humanos son insuficientes para la cantidad de unidades penitenciarias donde están con el programa están todos “enamorados” de su trabajo.

En el territorio uruguayo hay cerca de 180 estudiantes de la Udelar dentro y fuera del circuito universitario. El mismo incluye a las unidades que tienen acompañamiento del equipo de trabajo con EPL.

Las unidades están integradas por el Penal de Libertad, Santiago Vázquez o ex Comcar, la Cárcel de Mujeres y Punta de Rieles y en los próximos meses se incluirá la unidad número 20 del departamento de Salto.

“Dentro de este circuito universitario hay 140 estudiantes”, aprecio Álvarez

En 2021 se formaron tres Centros Universitarios, y los mismos están acondicionados dentro de las unidades penitenciarias para hacer posible el encuentro de EPL, docentes y tutores.

Álvarez, describió la articulación de los servicios universitarios y el INR como «un trabajo de altísima complejidad porque no hay un vínculo homogéneo con todos los actores que hacen esta tarea». 

La Universidad cumple con su principio de autonomía y cada Consejo resuelve sobre las acciones y los recursos que puede disponer sobre esta línea de acción. En este sentido, hay Facultades que destinan fondos y recursos humanos específicos para trabajar con ÉL pero Álvarez sostuvo que “hay mucha disparidad entre la respuesta que los servicios pueden dar y el vínculo que podamos tener”, indicó, aunque esto “nunca es por una cuestión de mala voluntad sino de falta de recursos como sucede con muchísimas otras políticas universitarias donde hay disparidad entre los servicios”. 

Y añadió que hay un buen vínculo con los servicios y además se realiza una coordinación con la Mesa terciaria de educación dentro de las cárceles donde se realizan acuerdos para organizar los temas en común.

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