Las Tres Gargantas: el gigante energético de China

No solo mejoró la navegación y ofrece una producción de energía sustentable, sino que evita inundaciones que azotaban la zona cada año.

Viajemos al río Yangtsé, el curso fluvial más largo de China y el tercero del mundo, donde a orillas de la ciudad de Yichang, en la provincia de Hubei, hallamos la colosal obra de ingeniería conocida como el Proyecto de las Tres Gargantas; compuesto por una presa de gravedad de hormigón, una compuerta, una central hidroeléctrica detrás del terraplén, una esclusa de navegación permanente y un elevador de barcos, es un gigante digno del río y sobre todo del país.

Su construcción duró 17 años, desarrollándose la primera fase del 1993 al 1997, época en que se realizó la preparación para la construcción, donde hubo que desviar el río Yangtsé y desplazar a más de un millón de personas, debido a que fue necesario sumergir 19 ciudades y 322 pueblos que se encontraban ubicados en la zona que comprende la represa. La segunda fase, duró del 1998 al 2003, donde se realizó la construcción del almacenamiento inicial de agua en el embalse, la construcción de las instalaciones de la central eléctrica y la instalación de la presa del margen izquierdo, además se construyó la esclusa permanente para barcos de clase especial y el elevador de barcos se completó en junio de 2003. La tercera fase, se extendió hasta el 2009 y se llevó a cabo la construcción de la presa del margen derecho y la central eléctrica, y la finalización de instalación de todas las unidades.

En la actualidad, el Proyecto de Conservación de Agua de las Tres Gargantas del Yangtze, es el proyecto de conservación de agua más grande del mundo, con una capacidad total del embalse de 39.3 mil millones de metros cúbicos, con el beneficio de control de inundaciones más significativo de 22 mil millones metros cúbicos, que pueden proteger eficazmente a 15 millones de personas y 9 millones de hectáreas de tierra en los tramos medio e inferior del río. Vale aclarar que esta construcción surgió como una solución a las grandes inundaciones tras la necesidad de controlar las afectaciones causadas, aprovechando, a su vez, la opción de generar electricidad.

Otro de sus objetivos principales, es la producción de energía eléctrica, con una capacidad de 22.500 MW, pero con una capacidad máxima usada de 18,2 millones de kilovatios, que, al tratarse de una fuente renovable de energía, permite la reducción de aproximadamente 100 millones de toneladas de dióxido de carbono.

La presa tiene 2.310 metros de largo, y la sección de descarga 483 metros de largo, y está instalada y está compuesta 14 centrales hidroeléctricas en la margen izquierda y 12 en la margen izquierda, con un total de 26 generadores, esclusas de doble línea de 5 niveles y elevadores de barcos. Debido al alto flujo de embarcaciones con que cuenta el río Yangtsé, en 2008 se inició la construcción de otra vía utilizada sólo para el paso de barcos de pasajeros.

Durante si construcción hubieron pérdidas arqueológicas y de reliquias turísticas de un 13% y el efecto de la presa y el remanso de las aguas en el embalse alteraban la ecología acuática, afectando a algunas especies, como el delfín chino, el esturión chino y el esturión del Yangtsé, entonces se inició in proyecto para mejorar la calidad del agua y se estableció un amplio programa de seguimiento de las especies amenazadas y una estación de investigación y cría artificial en la ciudad de Yichang.

Según la NASA entre sus consecuencias está la alteración del eje de rotación de la Tierra (unos dos centímetros), lo que supuso un incremento de las horas luz de 0,06 milésimas de segundo.

A nivel turístico, es una construcción a la que no nos alcanza la vista para admirar y atrae año a año cientos de turistas, que, como Diario La R, desean conocer en persona sus dimensiones y poder llevarse en su memoria recuerdos de esta maravillosa obra.

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