La situación en Líbano es crítica tras la reciente ofensiva israelí, que ha dejado al menos 275 muertos y más de mil heridos. Los ataques han sido indiscriminados, alcanzando barrios residenciales y provocando grandes incendios en zonas boscosas. El ejército israelí ha llevado a cabo más de 150 incursiones en localidades del sur y noreste del país, utilizando más de cien aviones de combate.
En medio de esta escalada de violencia, el exministro y candidato presidencial Suleiman Franjieh ha hecho un llamado a la solidaridad nacional. Varias escuelas en Monte Líbano, Chouf, Baabda y Beirut han comenzado a funcionar como refugios para los desplazados, según el ministro de Educación, Abbas Al-Halabi.
Por su parte, Hizbulah ha intensificado su respuesta, atacando importantes instalaciones militares israelíes, incluyendo bases en el norte del país. Esta situación refleja un deterioro significativo de la seguridad y un aumento del sufrimiento humano en la región, haciendo urgentemente necesario un enfoque diplomático para alcanzar la paz.