Lula da Silva mandó revocar los procesos de privatización de ocho empresas estatales

Entre otras estaba Petrobras, Correos, la Empresa Brasileña de Administración de Petróleo y Gas Natural, y la Empresa Brasil de Comunicación.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, mandó revocar los procesos de privatización de ocho empresas estatales que habían sido iniciados durante la gestión de Jair Bolsonaro (2019-2022).

Según consta en la edición de ayer del Diario Oficial de la Unión (DOU), Lula determinó retirar de los planes de privatización las siguientes empresas estatales: Petrobras, Correos, la Empresa Brasileña de Administración de Petróleo y Gas Natural, y la Empresa Brasil de Comunicación (EBC).

También salen del proceso privatización otras compañías estatales menos conocidas, como la Empresa de Tecnología e Informaciones de Pensiones (Dataprev), Nuclebrás Equipamientos Pesados, el Servicio Federal de Procesamiento de Datos y los almacenes e inmuebles de la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab). En la determinación, el nuevo presidente justificó la necesidad de «asegurar un análisis riguroso de los impactos de la privatización sobre el servicio público o sobre el mercado».

La privatización de empresas estatales y la concesión a la iniciativa privada de infraestructuras como puertos o aeropuertos fue una de las banderas de la gestión económica del Gobierno de Jair Bolsonaro, que terminó el 31 de diciembre.

También firmó un decreto que extiende por 60 días la exención de impuestos federales para los combustibles, con el objetivo de conseguir reducir el elevado coste, y otro que garantiza el pago de 600 reales (unos 116 dólares) de Bolsa Familia, un programa de ayuda a la población más vulnerable. Asimismo, un decreto de Bolsonaro que incentivaba la creación de escuelas especiales para alumnos con discapacidad y clases separadas, sin convivencia con otros niños.

En el plano del medio ambiente, Lula firmó un decreto para restablecer el combate a la deforestación en la Amazonía, y reactivar el Fondo homónimo, constituido con donaciones de Alemania y Noruega. Estos dos países congelaron en 2019 sus aportes ante la negativa de Bolsonaro de frenar la deforestación, que en sus tres primeros años avanzó un 73 %.

El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, anunció el domingo que su país liberará 35 millones de euros para el Fondo de la Amazonía, como muestra de cooperación y apoyo al nuevo Ejecutivo. Lula, que ha insistido en que el combate a la crisis del clima «tendrá el perfil más alto en la estructura» de su Gobierno, también revocó un controvertido decreto dictado por Bolsonaro dos semanas antes de concluir su mandato, que daba luz verde a la tala en territorios indígenas.

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