Una de esas asociaciones gremiales que hacen vida en Uruguay es Centro Comercial Industrial y Fomento de Atlántida (CCIFA), fundada el 22 de marzo de 1965 y que casi 60 años después continúa con su principal objetivo, que es agrupar a los comercios de la zona. Desde su directiva afirman estar comprometidos en apoyar y fomentar el desarrollo de la pequeña empresa local, capacitando y brindando servicios de excelente nivel en gestoría, que les ayude a manejar eficientemente sus empresas.
En esta oportunidad entrevistamos al presidente de CCIFA, Mauricio Martínez, quien asumió en diciembre de 2024 y estará al mando de la gremial hasta diciembre de 2026, con posibilidad de extender su mandato. Martínez es nacido en el departamento de San José, pero desde hace 16 años vive en Atlántida y desde entonces es socio de la organización.
En cuanto a su gestión en estos tres meses, dice sentirse muy “satisfecho” y confía en la “base sólida” de su Comisión Directiva: “Estamos siguiendo una línea de trabajo de la comisión anterior, ya que muchos de los que estamos trabajando ahora venimos de ahí”. El jerarca define la asociación como una “institución presente”, al servicio de los socios.
“Desde su creación venimos creciendo a pesar de que los cambios ahora son mucho más dinámicos. Dentro de ese crecimiento, tenemos hoy 35 socios y un excelente staff administrativo de 15 trabajadores para atender a todos los socios. Además tenemos un sinfín de servicios, un Cowork recién inaugurado y convenios con otras instituciones”, mencionó.
Martinez continúa explicando: “Somos una institución que abarca de peaje a peaje; todos son de la costa del departamento de Canelones, no solamente de Atlántida. Tenemos empresas, muchas de ellas son pymes, dedicadas al servicio y al comercio, con realidades muy variadas. Nuestra función y servicio nos convierte en un aliado muy fuerte para estas empresas”. “Y esta comisión ya planteó poner énfasis en esas, como dice el nombre, en la parte industrial y fomento”, puntualizó.
En cuanto a la valoración de la temporada de verano en la zona, menciona que siempre esta época del año es un “punto de inflexión”, ya que ofrece un panorama y una dimensión del trabajo realizado y lo que puede llegar a hacer la próxima temporada. “Hay gran parte de la costa de Canelones que ha tenido un cambio fundamental después de la pandemia; ha sido un corrimiento de la población de Montevideo hacia esta zona, tenemos muchos más residentes que años atrás”, explicó.
Agrega además que, a pesar de ese contexto, son el departamento con más visitantes del país. “Lo que sí estamos necesitando es que ese visitante sea un visitante de consumo” y en eso han trabajado. “Seguimos teniendo una muy buena ocupación hotelera, bastante buena ocupación en las casas de alquiler; el sector gastronómico también es un termómetro importante y hemos trabajado bastante en comparación a la temporada anterior”, explicó. Para el presidente de CCIFA, es importante generar un turismo más atractivo y comercial, “que permita que Atlántida vuelva a ser el balneario estrella de la Costa de Oro”. Para eso, en la gremial están trabajando mano a mano con la Intendencia de Canelones y la Asociación Turística de Canelones (ATC), “para conseguir que el servicio sea de mayor calidad”.
A cinco años de la pandemia
Demás está decir que la pandemia de 2020 fue un hecho trágico para la humanidad, ya que afectó al mundo en todos los sentidos y el comercio no escapa de ello; para un departamento como Canelones, se vio gravemente afectado. “La recuperación ha sido lenta pero constante”, asegura Martínez y agrega que, más allá de lo malo de la pandemia, generó muchas oportunidades que se están aprovechando al día de hoy.
“Por ejemplo, el rubro inmobiliario salió favorecido por la cantidad de personas que se vienen a vivir a Canelones y gracias a esto despegaron otros comercios, pero otros no tanto. Por eso venimos apuntando a la evolución y creciendo cada año en comparación al anterior, a pesar de que no llegamos a los parámetros pre-pandemia pero a eso apuntamos”, detalló.
En cuanto al ritmo de trabajo de los negocios que funcionan en el departamento, mencionan que hay algunos muy bien establecidos y otros que dependen estrictamente de la temporada, sobre todo las pymes. Por eso, trabajan mes a mes en generar turismo de calidad, más aún en las temporadas bajas, “que permita a las empresas que dependen de los visitantes mantener sus economías en los valores razonables y generar estabilidad anual”.
“Un Estado agotador para el emprendedor”
En cuanto a las posibilidades de crecimiento que observa CCIFA en el departamento, que hay muchas más allá de los factores externos que se le presentan a cada emprendedor, “Nosotros sabemos que no todo lo puede resolver el gobierno, pero sí somos muy exigentes con las autoridades públicas, para lograr facilitar los trámites a las pymes para que comiencen a funcionar”. “No puede ser que cada trámite tarde más de 20 días y el emprendedor se vea desfavorecido porque no puede avanzar. Tenemos que sacar la burocracia”, criticó.
“Entiendo que la actividad privada debe ser dinámica, pero hay obligaciones del gobierno que deben asumir ellos. Nosotros queremos eliminar los obstáculos desde el punto de vista burocrático para que el emprendedor pueda hacer su reglamentación sin problemas. El centro comercial ha sido un exhorto y un cuestionador de esta situación, porque no puede seguir pasando”, enfatizó Martínez.
Por otro lado, menciona que la parte de infraestructura, más precisamente en el saneamiento, “que está muy venida a menos”, eso está paralizando otras obras y proyectos inmobiliarios en la zona. “Las responsabilidades del gobierno las tienen que asumir ellos, para eso se hace el aporte del comercio y del contribuyente. Pero no hay que olvidarse de que las cosas no funcionan de un día para el otro”. “El Centro Comercial es un hacedor de cosas. Permanentemente estamos trabajando con la Intendencia y el gobierno nacional, con acciones necesarias para que las inquietudes del socio puedan ser satisfechas”.
Inclusión financiera
La inclusión financiera está asociada a la infraestructura tecnológica, incentivos fiscales e instrumentos que promuevan un mayor uso de lo digital para pagar y recibir dinero, entre las personas y los comercios. En Uruguay, esta modalidad se realiza por decreto. Ante esto, el CCIFA entiende que, a pesar de que ya está instalado en la mayoría de los comercios, el tema de los aranceles “es un peso fuerte para los comercios, sobre todo para los nuevos emprendedores”.
“Prácticamente el efectivo ha dejado de circular; todas las personas usan tarjetas o transferencias bancarias para realizar compras y eso no va a cambiar. Pero desde el CCIFA tenemos la preocupación y el insistente reclamo sobre los aranceles de las tarjetas. El 100% de nuestros socios ya aceptan las tarjetas como método de pago, todos usan el POS. Los gobiernos pueden pensar mal porque entienden que es una postura acordada por el privado, pero es una realidad que las tarjetas son un peso muy fuerte para el comercio”, cerró.