La Mesa Coordinadora de las Panificadoras se está movilizando de forma pacífica frente a la planta de Bimbo ubicada en el barrio Sayago tras diversas denuncias sobre persecución sindical e incumpliendo en normativas laborales que se ha desatado en la empresa Los Sorchantes.
El dirigente del Sindicado, Cristian Maciel, expresó que hay abuso de poder en el mando medio de la empresa, durante el ejercicio de los dirigentes sindicales. Cada vez que se hace un reclamo los denuncian y sancionan con hasta 12 días.
Además informan que la empresa tiene incumplimientos de normas laborales, en los campos de seguridad y salud, así como exigencia de varias tareas. Falta gente y quieren hacer las tareas que hacen diez, entre tres. Ellos entienden que eso se puede hacer.
De acuerdo a lo informado por la Mesa de las Panificadoras, señalaron a los dos delegados como personas que «faltan el respeto» a los mandos medios y supervisores. En instancias de mediación desarrolladas en el ámbito del Ministerio de Trabajo, se le recomendó a la empresa que «reviera» su postura, como consecuencia de que en casos similares, nunca se llegó a tanto.
Por su parte, el dirigente nacional de la Mesa Coordinadora del Pan, Luis Echevarría, reafirmó la situación denunciada por el sindicato y agregó que los trabajadores no han cuestionado la autoridad de los mandos medios sino en ocasiones, advertido sobre la necesidad de extremar cuidados en algunos procedimientos que implican maquinarias para evitar posibles accidentes. En una máquina sobre la que se focalizó el problema ya falleció un trabajador, años atrás, recordó Echevarría.
Medidas
La concentración inició este el viernes y las actividades están paralizadas desde el viernes 30 de abril. Fecha en la que recibieron la notificación de una sanción de 12 días que se pretende aplicar a sus delegados es «inaceptable» y la Mesa Coordinadora de las Panificadoras comparte la postura.
Ante falta de resoluciones no descartan otras medidas que profundicen el conflicto y rechaza de plano «presuntas amenazas» y «presiones». Que se habrían recibido por parte de una supervisora que ya fue declarada «persona no grata» por el sindicato.
