El precandidato a la presidencia por el Frente Amplio, Yamandú Orsi y el senador Mario Bergara, firmaron ayer el acuerdo rumbo a las elecciones generales. Bergara, de Convocatoria Seregnista Progresistas, había renunciado la semana pasada a su precandidatura y anunció su apoyo a Orsi.
Este indicó que el acuerdo significaba “un acto de reafirmación del camino que debemos recorrer y eso el Frente Amplio lo tiene muy claro desde el arranque del programa” y agregó «este acuerdo lo hacemos con la contundencia y convicción de que no hacemos las cosas a medias”.
El ex intendente de Canelones dijo que “hacer campaña, conseguir votos y ganar las elecciones es sacrificado, pero gobernar implica hacer. No queremos llegar al gobierno para no poder hacer nada y nos comprometemos con nuestros equipos y el FA a seguir por la senda que nuestros maestros nos enseñaron”.
Por su parte Mario Bergara señaló que el documento era “el acuerdo de carácter político programático que le da soporte a nuestra decisión de acompañar la precandidatura de Yamandú, pero el objetivo central que compartimos con todo el Frente Amplio es el triunfo electoral”. Sobre este último punto dijo “que el Frente Amplio vuelva a gobernar es lo que necesita la sociedad uruguaya para lograr mayor equidad. Es una tarea compleja, pero el Frente Amplio hizo autocrítica, ha recorrido el país y hoy está mucho mejor parado”.
Bergara reflexionó que “este no es un gobierno derrotado, sino que da pelea y será la militancia frenteamplista la que nos va a llevar al triunfo». también manifestó que el acuerdo incorpora «la necesidad de trabajar desde ahora hacia la interna, ni que hablar hacia octubre y después en el gobierno para trabajar sobre las cosas que angustian a la gente”.
En materia económica dijo que “no conocemos experiencias de desarrollo que se basen en el desorden macroeconómico, por eso el orden es fundamental y también ser bien transparentes en el vínculo con todos los sectores sociales».
El acuerdo
Entre los fundamentos que se plantean en el documento se indica que «las políticas que impulsen el crecimiento económico se deben desplegar sobre la base del orden macroeconómico sin confusiones y estrategias que apunten al desarrollo social y cultural y a la sostenibilidad ambiental». En otro de los puntos se indica que se reconoce «la necesidad de un Uruguay competitivo y abierto al mundo. El posicionamiento con relación a la política exterior se enmarcará en el eje central del respeto a los derechos humanos. En este aspecto no se pueden tener varas diferentes según el caso». Por otra parte se indica que «El Estado cumple un rol sustancial y su gestión debe estar caracterizada por la transparencia y el acceso democrático a la provisión de bienes y servicios públicos. Esto presupone el no aprovechamiento del aparato estatal con fines político-partidarios ni la utilización de los organismos como plataformas de lanzamiento político».
