El restaurante, nacido gracias a una tradición de uruguayos residentes en Chile, recibe a sus clientes, en las comunas de Ñuñoa (José Domingo Cañas 1301) y Providencia (Condell 566), con la mejor selección uruguaya de carnes a la parrilla y considerado uno de los locales favoritos de nuestras estrellas cuando visitan el país, hablamos con uno de sus reconocidos dueños Juan Araya sobre su historia, tradiciones, cómo el negocio sobrevivió a la pandemia por Covid, sus visitantes de lujo y el equipo de trabajo que lo lleva adelante día a día.
Cada partido de la Selección de Fútbol y cada 25 de agosto, los uruguayos que residen en Chile se reúnen para acompañar la ceremonia, al igual que lo hacemos en nuestro país y que lo hace cada uruguayo en cada parte del mundo, pero Araya nos contó que al principio no tenían un lugar físico donde reunirse y ante esta situación tomó la iniciativa y empezó a juntar gente, “veía alguien con una banderita de Uruguay y le decía mira en tal casa, de tal amigo, vamos a hacer algo, traé un cubierto, un plato y ahí empezamos a juntar, a juntar, hasta que Carlos Pita, abrió la embajada y continuaron las reuniones ahí”.
En el 2006 abren una pequeña «picada» de parrilladas y tras el buen recibimiento del público y la demanda que esto generaba, decidieron abrir una alternativa más grande. En abril del 2012 un incendio destruyó la ya «mítica» Parrillada La Uruguaya de Av. Rancagua, la cual se trasladó a Condell 566 casi esquina Rancagua.
Con una tradición muy arraigada al fútbol recuerda cuando el equipo Bella Vista en 1999 eliminó a la Universidad Católica, tras igualar 2-2 en Maldonado y vencer 3-1 en Santiago y el equipo los invitó al camarín a celebrar con ellos, dando inicio a un montón de invitaciones, celebridades y personalidades que visitan la Parrillada, “tratamos de llegar por algún nexo e invitarlos a la parrilla”. Desde el embajador hasta la cónsul, No Te Va Gustar, La Vela Puerca, Agarrate Catalina, Fata Delgado, Lucas Sugo, juveniles en todas sus categorías, “Pepe” Mujica, entre otros, “nos conocen y conocen la parrilla”.
Continuando la tradición de juntarse a ver los partidos de la Selección Araya contó que “hemos llegado a tener 5600 personas, imagínate lo que era, en la calle amontonados uno al lado del otro, como que estuviéramos en el estadio” y la decoración del lugar se caracteriza por tener el sol del pabellón pintado, a Obdulio Varela y a Carlos Gardel, así como también camisetas firmadas, un lienzo firmado por el Profesor Tabárez, fotos con cada personalidad y banderas. En lo que respecta a la cocina informó entre risas que la cocina es muy básica “lo más difícil es el chivito, imagínate”.
No faltó la pregunta de quién era su jugador favorito y confesó que siempre fue Luis Suárez y aunque aún sigue metiendo mucho en la cancha, actualmente se destaca Federico Valverde.
Consultado por si tienen pensado expandirse, respondió que en su momento lo pensó pero “ya tengo 70 años, tenemos dos locales y es suficiente” y recordó que le solicitaron hacer la Parrillada en Uruguay pero no aceptó, aunque siempre están viajando a nuestro país para buscar yerba, dulce de leche y otras cosas que son esencias de Uruguay y que en Chile no se consiguen.
Con un total de aproximadamente 50 trabajadores entre los dos locales, el personal es un 80% uruguayo, debido a que en la pandemia se volvieron muchos al país, “pero sigue siendo un motor o un nexo de trabajo para los uruguayos”. Como forma de agradecimiento por su labor, Araya nos contó que cada año planea un paseo por el día de la Independencia de Chile, donde el personal concurre con su familia y él ofrece el transporte y el alquiler de un lugar con diferentes actividades, donde esta vez se les sirve a ellos como una forma de de agradecerles el trabajo que realizan.
“Es un privilegio valerse por si mismo”
Su vínculo con el fútbol uruguayo se volvió tan especial que cuando Juan Araya sufrió el síndrome de Guillain-Barré, donde el sistema inmunitario del organismo ataca los nervios, los jugadores de la selección de superiores salieron con una pancarta en un partido de Eliminatorias ante Chile que decía: “Fuerza Juan Araya”, eternamente agradecido, creó un vínculo más fuerte con el mundo del fútbol y recordó que esto y sus ganas de volver a caminar lo ayudaron a sobrellevar la enfermedad.
“Hay personas que quedan en silla de ruedas o caminan poco y me siento privilegiado al haber vuelto a la normalidad. Me aferré al deseo de volver a caminar y nunca dudé que me iba a sanar, eso fue quizás también, tener un pensamiento positivo trae consecuencias positivas”, expresó.
En esa misma línea manifestó que después de atravesar una situación así aprendió a valorar cosas “que los demás no valoran, como levantarse, colocar el pie en el piso, bajarse de la cama, ir a la ducha, comer, valerse por sí mismo. La gente no valora esas cosas que creen que son normales y no son normales, porque es un privilegio valerse y adar”.
Pandemia
Consultado por cómo el negocio sobrevivió a la Pandemia por Covid, expresó que Chile lo vivió diferente, “estaba prohibido abrir los negocios y salir a la calle, entonces no era de que se cerraba por voluntad como lo hicieron varios negocios en Uruguay porque no entraba gente, acá era obligación, entonces dentro de eso quebró un pueblo de restaurantes y locales comerciales” y en ese sentido agradeció a las personas y comentó: “Yo tuve la suerte de tener el apoyo de la gente, porque teníamos el local principal abierto con pedidos para llevar y mi hijo me mandaba fotos de la fila de gente por la vereda que iba a hacer un pedido y llevárselo”.
Araya recordó que muchas personas los felicitaban por no cerrar pero que les hizo saber que no cerró gracias al público que fue fiel y siguió comprando. “Nosotros seguíamos pagando créditos del incendio, fue un momento difícil, pero salimos”, concluyó.
“Hay que partir con un producto de calidad y nunca cambiarlo”
Llevando la conversación a temas de negocios, le consultamos el secreto del éxito y respondió que “hay que partir con un producto de calidad y nunca cambiarlo”, en ese sentido ejemplifica con una empresa muy grande que abarca todo Chile que inició con el mismo producto, pero debido a los costos bajaron la calidad como una variable que fue favorable para ellos, pero para seguir manteniendo un estatus de calidad es primordial no cambiarla” y como segunda regla destacó la historia, “yo empecé haciendo envíos a domicilios a una comunidad muy chiquita, pero lo bueno de nuestros productos llevaron al crecimiento, importa la forma en la que hacemos el recorrido”.
La Parrillada a la uruguaya apunta a un público de clase media, aunque siempre hay alguna persona de clase alta asombrándose con lo rico de la comida y Araya destaca a su vez que la amabilidad con que se atiende ayuda mucho a captar gente.
Con una carta muy uruguaya, donde encontramos variedades de parrilladas, ensaladas y guarniciones, así como milanesas, empanadas, chivitos, un apartado especial a las brasas con asado, costillas, morcilla, lomo, cordero entre otros y los típicos postres como el chajá y el panqueque relleno de dulce de leche, los esperan con los abrazos abiertos a todo aquel que esté de viaje y extrañe la comida de su país o que quiera sentirse en casa aún no estándolo.
