El presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, participó del seminario «Pasado, presente y futuro a 50 años del Golpe de Estado».
Pereira recordó que había estado en el Palacio Legislativo en el homenaje a las Muchachas de abril (Laura Raggio, Diana Maidanik y Silvia Reyes) así como a así como a los desaparecidos Luis Eduardo González y Óscar Tassino.
El presidente del Frente Amplio sostuvo que la intervención de Karina Tassino «y particularmente la cantidad de abrazos que ahí nos pudimos dar y la cantidad de lágrimas que emanaban de ojos de chiquilines que, no solo no habían vivido el momento del golpe de estado. No habían vivido ni un día de la dictadura militar en cierta manera nos cargaban de esperanza». Acotó que «el Estado uruguayo en el símbolo de la reparación de la familia de las Muchachas de abril dio un salto importante. Hubo ausencias inentendibles. Mientras viva nunca me voy a explicar por qué no estuvo el presidente de la República». No obstante dijo que esa ausencia «para nada opaca de que en ese lugar habíamos varios cientos de uruguayos y uruguayas que le decíamos al Uruguay nunca más terrorismo de Estado, nunca más dictadura».
Pereira dijo que en el acto hubo palabras emotivas de Karina Tassino diciendo «Yo me pregunto si los restos que se encontraron en el batallón 14 serán de mi padre. Si serán o no. Y esa es la angustia que hemos vivido todos los que de una u otra manera nos sentimos familiares de los detenidos desaparecidos en el Uruguay (197)».
La Marcha del Silencio
También recordó la primer Marcha del Silencio en 1996. «Fue una movilización masiva. Pero recuerdo algunas reflexiones en el secretariado de esa querida organización a la que pertenecí tanto tiempo, el Pit-CNT, y era si eso se podía sostener en el tiempo. Si era posible que las nuevas generaciones levantaran las banderas de la verdad, de la justicia, de la memoria, él nunca más terrorismo de Estado».
Acotó que la pregunta era «sí a nosotros mismos nos iba a dar la fuerza para combatir con la derecha un relato que es salvaje, que en el Uruguay había dos demonios…no era un combate fácil. Veníamos de una derrota electoral que era haber perdido, ni más ni menos, que un referéndum para derogar la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado, es decir que el Uruguay decidió que para pacificar había que quitarle la justicia la posibilidad de juzgar a quienes habían asesinado, torturado desaparecido» manifestó.
Pereira dijo que ahora la recolección de firmas «lo vemos con cierto romanticismo, pero realmente fue la militancia más compleja que atravesé. Eran portazos , maltrato, gente que nos hablaba mal. Gente que nos decía que en el Uruguay no había desaparecidos, que era un invento de la izquierda, un invento de la guerrilla y en el mejor de los casos que era un invento de la CNT».
No obstante sostuvo «prefiero conmemorar a los que hicieron la huelga contra el golpe de estado que recordar a los golpistas». También hizo referencia a algunso dirigentes sindicales que participaron de esa huelga y que desaparecieron como Gerardo Gatti, León Duarte y Julio Escudero » y otros tantos militantes sindicales que hoy no están».
Un tema de toda la sociedad
Paar el presidente del FA, esa coalición de izquierda, «tomó una gran decisión cuando decidió que este tema fuera un tema de toda la sociedad, incluso de aquellos que no militan en la izquierda, ni militarán, pero uno los ve la marcha de los Derechos Humanos». Destacó la presencia en la marcha del 20 de mayo de los jóvenes.
«Es verdad que nos tocó estar en el gobierno y es verdad que probablemente se pudiera haber hecho más. Igual de verdad es que tuvo que llegar el Frente Amplio para que se pudiera entrar a los cuarteles y encontrar desaparecidos ahí donde cruelmente los habían enterrado» agregó.
Pereira dijo que «todavía hay un debate pendiente fuerte. Vimos como un partido no sepresentaba al homenaje de las muchachas de abril planteando que era un relato, que era parte de un relato de la izquierda que era un relato relato subversivo».
Manifestó que «a veces, cuidándonos, no terminamos poniendo en palabras de qué se trató la dictadura militar. Se trató de un ajuste económico sobre los trabajadores, de un ajuste en el marco de la Guerra Fría pero también se trató de una banda de delincuentes que robaban la casa a nuestros compañeros sus obras de arte sus cadenas sus fotos más preciadas el alma de una familia». Acotó que «no se trató tan solo de un ajuste de derechos, también de privilegios de clase. Esa es una discusión dura de dar».
En otra parte de su intervención señaló «ahora nos acusan que no queremos que se publiquen los archivos queremos que se publiquen los archivos, no queremos que revictimicen a las víctimas. El torturado siempre va a ser el torturado. Hay momentos en que sentimos que nos están mojando la oreja para que reaccionemos de una manera inadecuada y contrariamente a eso tenemos que seguir contando la verdad».
