La hepatitis es una inflamación del hígado, puede ser causada por una variedad de toxinas (como drogas o alcohol), enfermedades autoinmunes o patógenos (incluidos virus, bacterias o parásitos). La hepatitis viral es causada por una familia de virus etiquetados como A, B, C, D y E.
Según el informe mundial sobre las hepatitis de 2024 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de vidas que se pierden a causa de las hepatitis víricas va en aumento. La enfermedad es la segunda causa infecciosa de muerte en el mundo, con 1,3 millones de fallecimientos al año, los mismos que provoca la tuberculosis, una de las principales causas infecciosas de mortalidad.
A finales de 2022, en todas las regiones solo el 13% de las personas con infección crónica por el virus de la hepatitis B habían sido diagnosticadas y aproximadamente el 3% (7 millones) habían recibido tratamiento antivírico. En cuanto a la hepatitis C, el 36% de las personas habían sido diagnosticadas y el 20% (12,5 millones) habían recibido tratamiento curativo.
Los síntomas de la hepatitis, en este caso A, pueden ser aparición súbita de fiebre, malestar, inapetencia, náuseas, dolor de estómago, orina oscura e ictericia (coloración amarilla de la piel y la parte blanca del ojo).
Mientras que cumplas con las recomendaciones médicas, la enfermedad rara vez es fatal y la mayoría de las personas se recupera en pocas semanas, sin complicaciones. Los signos y síntomas de enfermedad son más frecuentes en adultos que en niños.
Los bebés y niños pequeños generalmente tienen síntomas muy leves, y tienen menor probabilidad de contraer ictericia que los niños mayores y los adultos. No todas las personas infectadas tienen todos los síntomas.
Para reducir el riesgo de propagar o contraer el virus de la hepatitis A, es importante siempre lavarse las manos cuidadosamente después de usar el baño y cuando entre en contacto con sangre, heces u otros fluidos corporales de una persona infectada.
Evite el agua y los alimentos impuros, el virus se puede propagar más rápidamente en guarderías y otros lugares donde las personas están en contacto cercano. Para prevenir los brotes, lávese bien las manos antes y después de cada cambio de pañal, antes de servir los alimentos y después de usar el baño. Evite el agua y los alimentos contaminados.
Además, los ministerios de salud en el mundo recomiendan tomar en cuenta las siguientes precauciones: Evite los mariscos crudos, tenga cuidado con la fruta rebanada que pueda haber sido lavada con agua contaminada. Todos los viajeros deben pelar todas las frutas y vegetales ellos mismos, no comprar alimentos a los vendedores ambulantes.
Use solamente agua carbonatada embotellada para lavarse los dientes y para beber en áreas donde el agua puede ser insegura. (Recuerde que los cubos de hielo pueden portar infecciones).
Si no hay agua potable disponible, hervir el agua es el mejor método para eliminar la hepatitis A. Hervir el agua completamente durante al menos 1 minuto, normalmente la vuelve segura para beber, Los alimentos calentados deben sentirse calientes al tacto y deben comerse de inmediato.
Si usted recientemente estuvo expuesto a la hepatitis A y no ha tenido esta enfermedad antes o no ha recibido la serie de vacunas contra este tipo de hepatitis, pregúntele a su proveedor de atención médica respecto a cómo recibir una inyección de inmunoglobulina.
En la actualidad existen vacunas para proteger a las personas de esta enfermedad, la vacuna contra la hepatitis A se recomienda para todos los niños mayores de un año. La vacuna comienza a proteger después de 4 semanas de recibir la primera dosis y se necesita un refuerzo de 6 a 12 meses para la protección a largo plazo.
