Repatriaciones de cascos azules de Uruguay superan los 100 desde el incidente en Congo

La mayoría se produjo tras el ataque el 25 de enero por parte del M-23 en el que resultó muerto un efectivo uruguayo.

Mientras el gobierno uruguayo gestiona ante ONU el relevo “lo antes posible” del contingente uruguayo, la última cifra de efectivos repatriados desde República Democrática del Congo aumentó a 124, según información oficial aportada al Diario La R. Salvo las denominadas repatriaciones compasivas y disciplinarias, casi la totalidad de los reintegros al país ocurrió a partir del ataque en el que murió un soldado uruguayo, el 25 de enero pasado, en el marco de una ofensiva de la guerrilla del M-23 que pasó a controlar buena parte del territorio congolés, incluido el aeropuerto y el área que rodea la base uruguaya “Siempre Presente” en la ciudad de Goma, en la provincia de Kivu Norte. Tras este hecho, ONU suspendió la rotación de efectivos de los cascos azules “atento a la situación de seguridad e inestabilidad” situación que se mantiene hasta ahora. La medida involucró a cientos de efectivos de varios países que iban a ser relevados entre el 28 de enero y 4 de febrero pasado entre los que figuraba la totalidad del Batallón Uruguay IV. Desde que estalló la ofensiva rebelde que doblegó a las fuerzas gubernamentales,  los cascos azules de Uruguay se replegaron a una única base, y abandonaron otras dos que controlaban inicialmente.

En el marco de esos enfrentamientos entre fuerzas del gobierno y el M-23, los cascos azules uruguayos sufrieron varias bajas por heridas y lesiones de distinta entidad. El Batallón de Uruguay hoy cuenta con un total de 645 efectivos.

Autoridades de nuestro país indicaron al Diario La R que no se han producido nuevos enfrentamientos con el M-23 y que la situación en este territorio del Congo es de  “calma”. Dentro de la Base uruguaya, se agregó, la actividad es “normal”, sin dar más detalles. Fuentes del Ejército consignaron que la mayoría de los efectivos – entre un 80 y un 90% – no ha solicitado la repatriación y “se mantiene en sus puestos sin inconvenientes”.  “Los efectivos podrían solicitar la repatriación voluntaria y sin embargo no lo han hecho. Si bien la situación es compleja y hay un periodo de misión que ya está cumplido hay un altísimo porcentaje de los integrantes del Batallón que están desplegados en este momento, que se mantienen en su puesto, sin presentar ningún tipo de inconveniente,  lógicamente, con la expectativa del regreso porque ya cumplieron su período”, indicó a este medio un alto oficial consultado.

Repatriaciones

La mayor parte de las repatriaciones obedecen  a decisiones voluntarias,  situaciones que están reguladas por Naciones Unidas y que no implican consecuencias desfavorables para quienes las solicitan.  El personal que retorna al país se reintegra a su unidad tras un periodo de licencia. Fuentes del Ejército consultadas por el Diario La R explicaron que hay distintos tipos de repatriación, la mayoría de las cuales, obedecen a razones de índole personal.

En este caso, el personal saliente regresa al país en vuelos de línea comercial, no militar. Si bien tienen que abonarse el pasaje, mantienen su estatus de personal de Naciones Unidas. Esto es lo que se denominan las repatriaciones “voluntarias”. La última cifra de este tipo de repatriación es de 67. El personal repatriado que sale, viaja uniformado y desarmado, pero mantiene su estatus de personal integrante de Naciones Unidas como salvoconducto que garantiza la salida. Casi en su totalidad, la mayoría de las repatriaciones se produce a través de la frontera con Ruanda, país limítrofe con Congo.

En general, el M-23 “no pone inconvenientes para pasar a través de la frontera”.  La mayor dificultad se presenta para ingresar. El oficial consultado puso el siguiente ejemplo. Durante este periodo y como consecuencia de la mediación con el M-23, Uruguay logró el ingreso de 10 integrantes de las unidades médicas a los efectos de reforzar la parte sanitaria del Batallón. El M-23 autorizó el ingreso al Congo únicamente “en tandas de a tres” y así se cumplió.

Otra variante de las repatriaciones son las de tipo sanitario que en el periodo totalizaron 47.

En este caso, la salida se configura cuando el tiempo de recuperación del efectivo excede el plazo previsto por ONU en función de la entidad de la lesión. En este grupo se incluyen, no solo lesiones de tipo físico sino también de tipo emocional. Varias repatriaciones de este tipo tuvieron que ver con el “estrés postraumático” generado tras el ataque al vehículo de ONU. También se produjeron repatriaciones por razones disciplinarias. En este grupo, se reportaron 6 casos de  repatriación por falta disciplinaria. En este caso, es el comando del Batallón el que solicita el reintegro en función de la gravedad de la falta cometida según lo establece Naciones Unidas.

En el periodo también se autorizaron 2 repatriaciones compasivas como consecuencia de algún inconveniente de índole personal, grave, que justifique el reintegro del efectivo al país (fallecimiento de algún familiar, etc). Por último, se produjeron 2 casos de repatriaciones por fallecimiento. En este caso, se trata del soldado Rodolfo Álvarez y el cabo de primera Julio César Álvarez.  El primero fallecido a raíz del impacto del proyectil en el vehículo blindado y el cabo que falleció por un paro cardíaco.

“Traerlos lo antes posible”

La ministra de Defensa Nacional, Sandra Lazo, afirmó en las últimas horas que el reclamo de algunos familiares de los militares que están en misión de paz en el  Congo, cuyo relevo no se ha podido realizar, es «absolutamente justo».

La jerarca indicó que la cartera trabaja a diario para «dar pasos hacia que se cumpla ese relevo». En caso de que no se pueda concretar el relevo del personal, las autoridades esperan poder retirar el país un contingente importante de militares, sobre todo, los más vulnerables.

Desde Naciones Unidas, se informó al gobierno uruguayo que «se dan pasos diplomáticos». «Entiendo los pasos que se dan desde los organismos internacionales, pero también los organismos internacionales tienen que comprender cuál es la situación de nuestro personal y el problema que se está generando con familias que justamente reclaman que sus hijos, esposos, hermanos estén sanos, salvos y en casa», expresó la ministra.

Lazo afirmó que la orden explícita que le dio el presidente Yamandú Orsi es que «hay que traerlos lo antes posible». «En eso estamos», aseguró. La ministra reconoció que difícilmente puedan traerlos a todos y reivindicó el compromiso con Naciones Unidas.

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1 Comentario

  1. Los cascos azules de la ONU hacen un trabajo imprescindible con la protección a la población civil que es de riesgo Uruguay deberia además ofrecer otros incentivos como jubilación con determinados privilegios

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