En diálogo con Diario La R el capitán de Navío ( CG ) ( R ), magister Ricardo Barboza, diplomado en Geopolítica y especializado en Estrategia Nacional, analizó la actual situación en la República Democrática del Congo y el papel del contingente uruguayo que se encuentran cumpliendo su participación en la misión de paz y cuyo retorno se ha visto frustrado, volviéndose uno de los temas principales en la agenda del Ministerio de Defensa Nacional.
Antes de iniciar con la entrevista, aclaró que “no importa mi opinión” sino que manifestó que su intención es “volcar un análisis de los hechos para entender por qué suceden”. Con experiencia en misiones de paz —en el 2003 participó como comandante de una compañía de infantería reforzada en el Congo—. “Otro Congo, otra época, donde estaba dividido en cuatro partes. Pero dentro de ese Congo, los acuerdos de Lusaka decían que en el 2004 terminaba la misión de Naciones Unidas, cuyo objetivo era ser veedor y responsable del cumplimiento de lo tratado”, informó. En esa línea, expresó que en ese tiempo vivió el cambio del capítulo 6 —mantenimiento de la paz— al capítulo 7 —imposición de la paz—.
“Si lo llevas al día de hoy, el problema es el eterno. El Congo tiene la maldición de que siempre, a lo largo del tiempo, ha tenido algo que es envidiable por otros”, expresó. La actual zona que hoy es conflictiva “se habían descubierto muchos recursos como el coltán”. Un mineral fundamental en la industria tecnológica debido a sus capacidades. Sumado a eso, “hay una lógica de corrupción muy grande dentro de los gobernantes; es un país tan grande que involucra muchos grupos étnicos y el poder de la capital en ciertos lugares no se siente”.
Si bien la misión de Naciones Unidas ha variado, el “argumento ha sido proteger a la población civil”. Barboza explicó que el problema reciente que surge con el Movimiento 23 de Marzo (M23) “viene desde la época de lo que fue la masacre de Ruanda”, entonces analiza que este hecho es utilizado como una excusa: “perseguir a los que hicieron la masacre”. Además, clasifica que ahora se trata de un “M23 2.0” con “mucha inversión, tecnología y buen equipamiento”, que entiende es “una decisión política”. “La guerra es la continuación de la política por otros medios. Hay una decisión política, esa decisión política se transforma en una decisión táctica”, explicó.
“El blindado del ejército uruguayo fue una operación de corte pero el mensaje de respuesta fue: ´Yo avanzo´. El tiro del M23 no tenía explosivo. Fue un mensaje, porque si tenía explosivo no quedaba nada de blindado”, expresó haciendo referencia al ataque sucedido en enero de 2025, que dejó un fallecido y varios integrantes del contingente uruguayo heridos.
Recientemente se anunció un posible relevo del contingente previsto para el 4 de julio, una vez que culminen las negociaciones con la ONU, para hacer efectivo el relevo de los soldados desplegados desde el 2024 en el Congo. “La ministra tiene un problema político, el Estado tiene un problema de Estado en el sistema internacional y el comandante en jefe del Ejército tiene un problema militar. Lo que están viendo ahora con las declaraciones de la ministra es una solución política, no militar”, explicó.
En ese contexto, analizó que al no retirarse todos, los que quedan “van a quedar recargados” y como opinión personal, entiende que “el M-23 va a dejar salir pero no va a dejar entrar, porque sabe que ese batallón mañana lo puede estar enfrentando”.
“No hay lugar en el mundo que soluciones un problema militar consultando a los familiares”, reflexionó haciendo referencia a los dichos de la ministra de Defensa Sandra Lazo sobre su diálogo con los familiares del contingente que solicitaban una solución. Entonces, hay un tema militar, que se resuelve tomando en cuenta “la presión de la opinión pública”. “Naciones Unidas cuando pide un batallón es de militares, no de carpinteros. El militar cuando va de misión sabe que puede tener una situación extrema mala o una buena y es parte del trabajo”, concluyó.

Preparación del personal militar uruguayo
Consultado por la preparación del personal militar uruguayo, afirmó estar en contra de que sean voluntarios. “La guerra se combate en equipo y para formar un equipo necesitás tiempo, la cohesión y el entrenamiento”, expresó. En esa línea, describe que “si vos hacés un grupo de gente voluntaria, vienen de todos lados y los tenés que juntar un periodo de tiempo para que, por lo menos, empiecen a funcionar juntos”. El Ejército uruguayo, aclaró, procura que se conforme un grupo lo más homogéneo posible.
En cuanto al entrenamiento, informó que el problema radica en que “cuando mandás en esas situaciones, cuanto más conocimientos se tenga de los involucrados mejor los mandás”. Entonces, “al juntarlos necesitás un periodo de preparación y ahí empezás con los problemas administrativos”, ante esto, recordó que actualmente las Fuerzas Armadas tienen más misiones que antes, militares y secundarias. La participación en misiones de paz “te saca personal de las actividades normales y tenés que buscar gente para suplantarla”. Como ejemplo, recordó la custodia de cárceles decretada en su momento por tres meses y que se mantuvo en el tiempo: “una función que no corresponde a las Fuerzas Armadas”.
La presencia de Naciones Unidas y la imagen de Uruguay
Este viernes la República Democrática del Congo y Ruanda firmaron un acuerdo de paz facilitado por Estados Unidos para poner fin a la creciente crisis y violencia. En ese contexto, Barboza analizó que Ruanda afirma que el M23 no depende de él, entonces “no está en las negociaciones”. “Como decía Jorge Lanata, si querés saber el problema seguí la ruta del dinero”, agregó.
Respondiendo a si hay necesidad o no de que Naciones Unidas permanezca en el Congo entiende que la pregunta es “¿para qué?”. “En 2024 Congo solicita que Naciones Unidas se retire y ahora quiere que se quede. Pero, ¿que se quede para qué?. La misión de Naciones Unidas empezó, desde hace unos años, a compartir la misión con la Unión Africana. O sea, que los mismos africanos solucionen sus problemas”. En ese sentido, agregó que “el Congo va a quedar ocupado por el M23 y si no hay problemas, la comunidad internacional ni mira y lo principal, el centro de gravedad de todo, sigue funcionando que es obtener el recurso”.
Finalizando, Barboza habló sobre la imagen del estado en el concierto internacional, “habíamos ganado un posicionamiento”. “Si vos retirás a la gente porque hay un problema, lo primero que se cuestiona es si son militares o no y lo segundo que se van a plantear, es cuando haya una reunión para un despliegue de tropas o algo, va a aparecer alguien que tiene interés de que vaya su país y van a decir: los uruguayos se retiraron del Congo”. Entiende así que la solución ideal para Uruguay sería que Naciones Unidas negocie con el M-23 que el batallón se pueda ir del lugar y que Naciones Unidas le reponga el equipamiento. “Si nosotros sacamos asumimos la culpa de que no somos buenos para la función”, concluyó.
Es muy clara la explicación del capitán. Si son militares q van en misión, ya se sabe q corren riesgos. No van a jugar a las muñecas.