Los países que pretenden tener una posición equilibrada sobre la participación de Rusia en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU sufren una gran presión, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
«Es cuestión de entender esa situación difícil, de esa presión sin precedentes y, yo diría, de la coacción a la rusofobia. Todo eso lo experimentan todos los países que intentan ocupar una posición más o menos equilibrada. Lo entendemos», dijo a la prensa.
La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas aprobó el jueves suspender a Rusia del Consejo de DDHH del organismo. Fueron 93 votos a favor, 24 en contra y 58 abstenciones.
Estados Unidos y sus aliados impulsaron la medida en relación con las supuestas atrocidades en la ciudad ucraniana de Bucha, que Rusia califica de «montaje» y «provocación». Rusia lanzó el 24 de febrero una «operación militar especial» en Ucrania.
Rusia y Ucrania
Esgrimió que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitan ayuda frente al «genocidio» por parte de Kiev. Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según el presidente Vladímir Putin, es «la desmilitarización y la desnazificación» de Ucrania. Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica. (Sputnik)