Seguimiento sanitario en la vacunación contra la aftosa

Durante cada campaña se realiza un muestreo serológico aleatorio.

En el marco de la primera campaña anual de vacunación contra la fiebre aftosa, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), a través de la Dirección General de Servicios Ganaderos (DGSG), lleva adelante una estrategia de seguimiento sanitario que incluye tres herramientas fundamentales: el muestreo panel de aftosa, los controles directos de vacunación y la detección de reacciones adversas postvacunales.

Pedro García Ramos, Encargado de Campo de la DGSG, explicó que estas acciones son clave para evaluar la eficacia del operativo y mantener la inmunidad del rodeo nacional con respaldo técnico y trazabilidad sanitaria.

Muestreo panel: evaluación de inmunidad y circulación viral

Durante cada campaña se realiza un muestreo serológico aleatorio, conocido como etapa 1, que tiene un doble propósito: comprobar la ausencia de circulación viral del virus de la fiebre aftosa en el país y medir el nivel de inmunidad del rodeo.

En esta etapa se seleccionan entre 300 y 320 predios a nivel nacional, donde se extraen muestras de sangre de animales en diferentes categorías (terneros, sobre años y mayores de dos años). “Es fundamental que estas muestras se tomen antes o al momento de la vacunación, nunca después, porque si no se altera el resultado y se pierde el objetivo del análisis”, detalló García Ramos.

Los resultados de este muestreo aportan evidencia científica sobre la cobertura real de inmunidad alcanzada por la campaña y permiten mantener la confianza de los mercados internacionales sobre la sanidad del rodeo uruguayo.

Controles directos

Paralelamente, se ejecutan controles directos de vacunación en campo. Estos se realizan en predios seleccionados por sorteo digital o por decisión de los servicios zonales, en función de criterios técnicos departamentales.

“Cuando el productor retira la vacuna, declara qué día comenzará a vacunar. En base a esa información, el servicio concurre al establecimiento y verifica en tiempo real cómo se está llevando adelante el procedimiento”, explicó García Ramos.

Durante estos controles, los funcionarios del MGAP supervisan el estado de jeringas y agujas, la conservación de la cadena de frío de la vacuna, la dosificación correcta y el cumplimiento del calendario declarado por el productor.

Estas instancias no solo permiten garantizar la calidad del proceso, sino también ofrecer recomendaciones técnicas al productor sobre manejo, conservación y aplicación.

 

Monitoreo de abscesos y otras reacciones adversas

Otro aspecto central del seguimiento sanitario es el monitoreo de efectos postvacunales, como la aparición de abscesos, flemones o reacciones localizadas en los animales. Aunque no se han detectado casos significativos en esta campaña, el MGAP insiste en que es clave reportar cualquier anomalía a las oficinas zonales.

“Muchas veces el problema no está en la vacuna, sino en cómo se aplica: uso de agujas sin desinfección, mal manejo o técnicas inadecuadas. Si un productor detecta un absceso, debe informar. Nosotros llevamos un registro de esos casos, los analizamos y damos recomendaciones”, señaló García Ramos.

También se recuerda que los animales vacunados, especialmente si están próximos a faena, deben recibir la dosis con el mayor cuidado posible, ya que lesiones como abscesos pueden generar rechazos en planta frigorífica y representar pérdidas económicas para el productor.

“Queremos lograr una buena inmunidad, pero también asegurar que el producto final sea inocuo y no tenga perjuicios en su comercialización. Por eso el seguimiento técnico no termina con la aplicación de la vacuna, sino que continúa con el monitoreo posterior”, concluyó.

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1 Comentario

  1. Muy importante el seguimiento Hace unos años se difundió la noticia de que en la zona de Libertad habia tamberos que tiraban las vacunas por desidia

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