El penalista Dr. Enrique Moller representa a dos particulares que invirtieron alrededor de 600 mil dólares. Esta denuncia, que incluye cargos de estafa, apropiación indebida y emisión de cheques sin fondos, ha sido asignada a la Fiscalía de Delitos Económicos, ahora bajo la dirección de Sandra Fleitas, quien sustituyó a Silvia Porteiro.
En julio del 2024 se realiza una reunión con Miguel Casal que se presenta como socio de Gonzalo Campomar y comunica cómo realizan su operativa del negocio.
Los denunciantes pusieron a operar un promedio de 300 mil dólares en manos de Casal y Campomar.
El 18 de octubre del 2024, Miguel Casal debía pagar un monto importante de la totalidad de lo prestado en las transacciones del negocio.
Casal comunica que no pudo cumplir porque se le «tranco» una transferencia desde Estados Unidos y que en una semana se solucionaba.
Transcurrido el plazo no realizó el pago y antes de desaparecerse les entregó como forma de pago un cheque en dólares de Scotiabank, firmado por Gonzalo Campomar por 675 mil dólares, que luego del plazo indicado rebotó por falta de fondos.
Luego Casal desapareció y en el mismo momento coincide con el viaje de Campomar a Miami donde reside actualmente.
Consultado por nuestro director, el Dr. Moller le manifestó que lamentablemente al momento no se ha tenido ninguna nueva noticia ni indicios de querer solucionar los daños a sus representados.
Las partes involucradas en este proceso están siendo representadas por el Dr. Enrique Moller y la abogada Silvia Cuello, quienes están trabajando en conjunto para asegurar que los derechos de sus clientes sean defendidos adecuadamente. Se ha fijado una audiencia para junio, donde se espera que se discutan los detalles del caso y se busque una resolución que satisfaga a todas las partes implicadas. Este desarrollo es un reflejo del esfuerzo continuo por parte de los inversores para recuperar sus inversiones y hacer frente a la situación financiera generada por Campomar.
Nueva denuncia.
Ahora se suma como noticia una nueva denuncia vinculada al caso Campomar por estafa con criptomonedas (USDT) de más de 500 mil dólares.
La nueva denuncia ha sido presentada por el abogado penalista Fernando Posada, y ha sido asignada al fiscal de Delitos Económicos, Alejandro Machado.
Dos fiscales de delitos económicos llevan las denuncias y hay una conciliación civil prevista para junio por una deuda de nueve millones de dólares.
La negociación que realizaban Casal y Campomar era entorno a los USDT, que es una criptomoneda diseñada para funcionar como un equivalente digital del dólar.
Cada USDT, cuyo valor se equipara a un dólar estadounidense, se encuentra respaldada por reservas físicas, lo que debería ofrecer cierta estabilidad a los inversores. Sin embargo, la reciente serie de denuncias relacionadas con la gestión de estas criptomonedas ha puesto de manifiesto las vulnerabilidades del sistema.
Adicionalmente, existe un proceso de conciliación en marcha en el que otros inversores están reclamando una deuda considerable de nueve millones de dólares a Campomar. En lugar de optar por la vía penal, estos inversores han decidido presentar una demanda civil con el objetivo de recuperar su capital. Este enfoque civil les permite buscar la restitución de sus fondos a través de los canales judiciales pertinentes, sin entrar en el ámbito penal.
Para llevar a cabo un negocio acordado con Casal, se enviaron 100 mil USDT a fines de enero de 2024, seguido de un segundo envío de 100 mil USDT al día siguiente. Posteriormente, Casal depositó la comisión acordada en las cuentas bancarias de los denunciantes. Se indicó que los depósitos fueron realizados en efectivo a través de Abitab, presumiblemente desde una sucursal relacionada con la familia de Campomar.
Días después, Casal solicitó urgentemente 200 mil USDT adicionales, prometiendo incrementar la comisión al 2.5%, una cifra notablemente superior a la habitual. A inicios de marzo, los denunciantes recibieron 400 mil USDT y sus comisiones correspondientes, enviando nuevamente la misma cantidad bajo las mismas condiciones. Sin embargo, en abril, el envío de 400 mil USDT no se realizó, y solo se recibieron las comisiones.
A partir de ese momento, Casal comenzó a presentar excusas, proponiendo establecer una multa diaria del 0.25% sobre el monto adeudado por cada día de retraso. En un intento por facilitar las transferencias, Casal sugirió abrir una cuenta en Fucerep, una entidad considerada «crypto-friendly».
El 29 de abril 2024 fue la fecha estipulada para la transferencia de los 400 mil USDT, junto con las comisiones y multas, pero Casal incumplió. A pesar de esto, el 1 de mayo preguntó si los denunciantes podían transferir más USDT o efectivo, a lo que la respuesta fue negativa. Aunque dos días después depositó las comisiones y multas, no devolvió el monto principal. Finalmente, uno de los denunciantes le transfirió 100 mil dólares.
Aunque se pactó una entrega de dinero en persona para fines de mayo, Casal nunca se presentó y dejó de pagar las comisiones y multas. Para junio, la deuda total alcanzaba los 555,000 dólares, incluyendo 455 mil USDT y 100 mil dólares.

La conexión con Campomar
Los denunciantes afirman que, aunque nunca tuvieron contacto directo con Campomar, comenzaron a sospechar de una posible conexión entre él y el esquema de Casal tras conocer la magnitud de la estafa Ponzi que se le atribuye, la que podría ascender a 65 millones de dólares.
Posteriormente, se dio cuenta de que los fondos transferidos estaban vinculados a casas de cambio relacionadas con la estafa denunciada contra Campomar. En una reunión en noviembre, Casal reconoció que había iniciado un esquema Ponzi involuntario con la esperanza de obtener liquidez.
Uno de los denunciantes recordó un incidente relacionado con la compra de un vehículo, donde se verificó que el remitente de los fondos era Campomar. Con base en esta información, los denunciantes concluyeron que, aunque Casal se presentaba como la figura pública del esquema, era Campomar quien se encontraba tras el mismo, actuando como «la mente maestra» de la estafa. Aportaron además información sobre un vínculo familiar entre ambos, ya que la esposa de Casal sería hermana de la esposa de Campomar.
Que vinculación tiene este Casal con Paco Casaf?
Los del título van a tener que esperar a que están otra vez los dueños de la concertación.