Stipanicic: Uruguay podría llegar a tener una producción de petróleo-gas para exportar “menos contaminante” que la existente

Ancap sigue una trayectoria hacia productos energéticos renovables pero también busca independencia en el abastecimiento de los tradicionales.

El mundo ya lleva un tiempo en la lucha por mitigar el cambio climático, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero mediante la introducción de energías verdes o renovables. En ese marco, es normal preguntarse por qué nuestro país que lleva muchos proyectos finalizados y otros en proceso para avanzar en este camino. adjudica siete licencias de exploración de gas y petróleo offshore. Ante esta incógnita que nació, hablamos con el presidente de Ancap, el Ingeniero Industrial Alejandro Stipanicic.

Para una mejor explicación cabe aclarar que hablar de energías no es solo referirse a la energía eléctrica, que abarca solo un 20% de ellas, sino que existen diversas formas de energía que componen ese 80% restante y que provienen de materia prima fósil.

Stipanicic recordó que “el 40% de la energía que se consume en el país es fósil y es suministrada por Ancap directamente” y además de transitar un camino de fuerte transformación para descarbonizar ”tenemos que asegurar ese 40% de la energía que mueve al país, en calidad, en oportunidad y al menor costo posible”.

“Hace 20 años, el 80% de esa matriz se basaba en energías fósiles, pasaron 20 años y hoy sigue siendo el 80%. El mundo ha hecho un esfuerzo muy grande en los últimos cinco o diez años para la introducción de energías renovables y realmente se ha producido una incursión muy importante que llevó de una participación del 2% al 57% de energías renovables en la matriz energética del mundo, pero esas energías renovables desplazaron generación eléctrica de origen nuclear, no ha habido, por el contrario ha aumentado, una reducción de las energías fósiles”, comentó.

Del total de la red de energía eléctrica de Uruguay, entre 2017 y 2021, un 94% se originó de fuentes renovables.

Pero en lo que respecta al resto de las energías el presidente de Ancap expresó que “tenemos que ser un poco más sinceros y hasta menos hipócritas como sociedad para entender que este proceso es un proceso largo, en el cual los hidrocarburos se van a seguir necesitando en el mundo”.

Respecto a la adjudicación de las licencias para la exploración de petróleo y gas en alta mar destacó que “si las regulaciones ambientales que tiene Uruguay establecen que en algún momento podríamos producir gas o petróleo en Uruguay, la intensidad de emisiones de CO2 de ese hidrocarburo producido es comparable con las mejores del mundo” y aclaró que “mientras el mundo siga necesitando combustibles fósiles, naturalmente se va a dar un sesgo hacia las fuentes de aprovisionamiento del petróleo y gas que sean menos contaminantes”.

Esto es debido a que en “Uruguay las normas establecen de las emisiones tienen que ser capturadas e inyectadas en un almacenamiento geológico. El tema estipulado en los contratos y si las empresas van adelante con la inversión es porque eso es financiable por la operación y podría llegar a terminar en la producción de petróleo-gas para exportar, menos contaminante que la que ya hay”.

No es tema nuevo que estas materias primas traen problemas ambientales, sociales, políticos y económicos, pero el presidente de Ancap respondió que “la contaminación no la hace quien produce sino quien lo usa, entonces si nosotros dejáramos de usar autos, aviones y barcos, no habría contaminación. El tema es que el mundo ya accedió a un nivel de confort que requiere ese suministro”.

Porcentajes de probabilidades

Stipanicic aclaró que el negocio sigue teniendo un “altísimo riesgo” por su probabilidad de ocurrencia no mayor al 30%, pero que “en el mundo petrolero esa cifra es muy alta y eso ha convertido a Uruguay en uno de los puntos calientes en el mercado energético mundial, porque el país se posiciona como un eventual jugador de productos energéticos renovables y también de productos energéticos tradicionales”.

En esa línea agregó que “el eventual descubrimiento para que sea económicamente atractivo tiene que ser muchísimo más grande que la demanda del país, por lo tanto apuntamos a que no solo se beneficie por el autoabastecimiento sino por un posterior ingreso económico muy superior al país de lo que se puede ahorrar de importaciones”.

La estrategia climática a largo plazo del país, tiene como objetivo aspiracional que la refinería de La Teja deje de estar procesando petróleo crudo en el 2050, “lo cual parecemuy lejano en el tiempo, pero en realidad desde el punto de vista de la ingeniería no es tanto tiempo”.

Para ello “tenemos que tomar decisiones hoy e iniciamos invirtiendo en adecuar nuestras instalaciones en la refinería para asegurar que llegada a esa instancia la refinería va a seguir funcionando” y explicó que sería desde la participación del desarrollo de combustibles alternativos.

“Saliendo de la aldea del Uruguay uno mira toda la película y dice pero si en 20 años no pudimos reducir la cantidad de carbón que se usa en el mundo y ahora se necesita más carbón de lo que se necesitaba hace 20 años atrás, por qué estamos tan seguros que vamos a llegar a cero para el 2050. La verdad es que no va a ser seguramente el 2050 el escenario más verde, porque la sustitución, se da primero por incremento de demanda, causando la cadencia natural y agotamiento de algunas fuentes que no son renovables como la del petróleo» dijo Stipanicic.

Agregó que «luego se da por la sustitución de los más contaminantes por menos contaminantes y hay que pensarlo también desde el punto de vista de la demanda. En Uruguay se venden en cada año alrededor de 40.000 vehículos cero kilómetros y aunque cada vez es más común ver autos eléctricos u ómnibus eléctricos, son 40 mil cero kilómetros que no sustituyen a los 40.000 que quedan sino que se agregan Esos vehículos en algún momento tienen que pasar a ser eléctricos o tienen que pasar combustible alternativo, porque a medida que va pasando el tiempo la demanda energética sigue creciendo. Entonces el desarrollo de las energías renovables tiene que cumplir un doble cometido, que es sustituir lo que ya existe y además incrementar la oferta para el crecimiento económico y el crecimiento de la demanda”, explicó.

Precios de energías verdes

En lo que respecta a la cuestión del precio más elevado de las energías verdes recordó la historia donde “todas las innovaciones siempre aparecieron como innovaciones que eran lujosos y después se transforman en habituales, después a innecesarias y después llegan a imprescindibles. Entonces esa evolución siempre tiene un primer paso donde la innovación es más costosa que lo que sustituye y es más lujosa, pero llega un momento que incrementando la oferta los precios se vuelven accesibles”.

Desde Ancap están planteando la creación de un fondo de inversión en energía para contemplar todos los derechos que pueda tener la empresa estatal en estos emprendimientos energéticos, tanto en los tradicionales como en los de energías renovables, debido a que “si bien los riesgos inherentes al desarrollo estarían subsanados hablando de inversiones son muy significativas respecto del patrimonio de Ancap y queremos que haya una gobernanza distribuida entre un montón de inversores privados para que puedan acceder a esos proyectos”. Destacó que “si esos proyectos prosperan van a generarnos recursos e ingresos y estamos hablando del orden de magnitud de la cuarta parte capaz del presupuesto nacional, en los próximos 10-15 años pueden dar vuelta a la economía del país”. Además de que se haría una fuerte inversión en el fortalecimiento de las capacidades y competencias de los institutos de formación y del capital humano.

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