Un documental que narra la historia desde Añón a Salgado

El periodista Atilio Garrido fue quien confeccionó el guion de la película “Rumbo a los 100 Años” en la que se aprecia la historia del transporte uruguayo que es la historia de la Compañía Uruguaya de Transportes Colectivos Sociedad Anónima (Cutcsa). Sobre la misma, Diario La R conversó con Garrido.

Periodista Atilio Garrido / Foto: Danielo Scalese

¿Cuándo se concretó la idea de elaborar este documental?

La relación que tengo con la Compañía Uruguaya de Transportes Colectivos Sociedad Anónima (Cutcsa) se inició en el siglo pasado, en un evento que se hizo en el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU) para el que se necesitaba un corto de unos 10 minutos sobre su historia. Ahí recurrieron a mi persona, se hizo y quedaron muy contentos. Allí tuve que comenzar a estudiar sobre la historia del transporte en Uruguay.

Después, cuando cumplió el 75 aniversario, necesitaban un libro sobre su historia y junto a Marcos Silvera Antúnez hice “La historia del transporte en el Uruguay es la historia de Cutcsa”. Ahí ya era un historiador del transporte (risas).

Por último, Cutcsa tuvo la idea de hacer una cosa que por lo que conozco de Uruguay nunca se hizo: que una empresa realice en estos tiempos un documental sobre su vida, una cosa que me pareció realmente novedosa. He tratado de buscar empresas que hayan filmado su historia y no he encontrado. Me pareció un gran desafío, me lo plantearon y me encargué realmente con un criterio muy profesional. Ya tenía algunas experiencias en el tema no solamente de los cortos publicitarios en cuanto al fútbol, sino también en la idea de la película de Maracaná.

Entonces, encaré una película de 75 minutos, un largometraje, muy profesionalmente. O sea, se contrató música original de Raúl Medina y a una productora que trabajó muy bien y se hizo una labor que llevó muchísimo tiempo en cuanto a filmaciones.

¿Qué aspectos se ven reflejados en el documental?

La historia que refleja es la historia del transporte y la historia de Cutcsa, que es la historia del transporte en Uruguay. O sea, los avatares que hubo desde el comienzo. Los ingleses son los que colonizaron e hicieron el desarrollo de los negocios y los servicios de Uruguay. Nosotros éramos un país inglés, como eran también los de América. El tranvía, los ómnibus, las navieras, los negocios agropecuarios, etc., los impusieron los ingleses. Éramos todos ingleses hasta que comenzó la etapa de José Batlle y Ordóñez con su política socializante.

Cuando empezaron los ómnibus, Batlle, para competir con los ingleses, trajo ómnibus. Los primeros ómnibus, cuando todavía no se conocía el caucho para la goma de los vehículos, eran de madera. Entonces, el Gobierno de Batlle trae para competir con el ferrocarril ómnibus con las ruedas de madera y resulta que en el empedrado se rompían. Vean hasta donde llegaba la lucha de Batlle contra el ferrocarril.

Pero después la lucha fue contra los ómnibus porque, ¿cómo empiezan las empresas de ómnibus? Compraba un ómnibus y se ponía con una línea, sin ninguna intervención del Estado. Ahí se reglamenta y cuando se regula estaban las firmas de tranvías, la Transatlántica Compañía de Tranvías Eléctricos y la Sociedad Comercial de Montevideo (SCM), una alemana y la otra inglesa respectivamente. La lucha ahí era de los ómnibus contra los tranvías.

A través de esa historia es que se gesta el agrupamiento de Cutcsa y allí aparece un líder que fue José Añón, un gallego, porque eran todos inmigrantes.

Finalmente, logran triunfar ante el tranvía.

La historia que se narra es la del transporte. Los ómnibus vencen a los tranvías, una lucha cruel, se afirman, Cutcsa se desarrolla como la empresa más importante y quiere el destino que Añón realizara una trayectoria, un cuarto de siglo, y después de que deja viene Celso Azcarate, un joven con muchas ilusiones, pero que el destino lo llevó de este mundo muy joven, y ahí aparece la figura de Juan Antonio Salgado que se torna ya con más antigüedad que Añón en el cargo.

La película narra cómo dos fuertes personalidades, a través de reelecciones en el cargo, son los que han construido esta empresa que es una de las mayores que hay en el país y todo el desarrollo que Salgado logra darle en su etapa con el gran mérito de haber sido un hijo de inmigrantes, de aquellos gallegos que como narra la película con una interpretación de Antonio Salgado, su padre, llegaban al puerto sin nada, solo con un papelito que decía “Ir a Cutcsa y preguntar por el Sr. Añón”. Los gallegos con el papelito buscaban donde era Cutcsa, llegaban y Añón les daba trabajo. Entonces, eran los gallegos de la Cutcsa.

Los gallegos venían a Cutcsa y en Uruguay todos decían “los gallegos son de la Cutcsa e hinchas de Nacional” porque Añón era muy hincha del Club Nacional de Football. Incluso llegó a ser presidente de Nacional entre los años 1955 y 1962.

Entonces, la película describe toda esa situación y el final fue postergándose porque nos agarró el Covid-19.

¿Cómo le dieron el cierre al documental?

Tuvimos que volver a modificar el final con la llegada de los primeros ómnibus eléctricos y tuvimos que agregarle la construcción de un tema musical porque Cutcsa tenía, que no se sabe el autor, no está registrado, uno muy lindo que dice “siempre iremos contigo” que lo cantaba la murga “Los Diablos Verdes”.

Pero Salgado había pedido seis frases que son un poco las que definen su gestión. Entonces confeccionamos un tema que se llama “Rumbo a los 100 Años” que la letra me pertenece y la música es de Medina junto a un coro. A mí se me ocurrió hacerla en la azotea de una de las Torres Nuevocentro; está muy linda filmada. De The Beatles no sé nada, pero Medina que es un beatleologo bárbaro me dijo que eso lo había hecho este grupo musical y ahora lo hicimos nosotros acá y con drones que The Beatles no tenían (risas). Quedaron unas imágenes muy lindas que son las del cierre del documental.

¿Se basó en el libro que editó hace 10 años para esta filmación? ¿Con qué otros elementos contó?

Totalmente. No solamente en confeccionar el guion, sino también en cuanto a la fotografía porque las imágenes que hay del pasado son pocas. Cuando uno quiere hacer cualquier película o libro del pasado se encuentra con una gran dificultad de conseguir las imágenes porque no había, se tiraban, los canales cuando comenzaron grababan sobre las mismas cintas, etc.

En este caso, la película se armó sobre un guion después de estudiar toda la historia de Cutcsa que es la historia de Añón y la historia de Salgado. Entonces, pusimos a Salgado como actor y buscamos un actor bastante parecido a Añón, que fue Gonzalo Prado, para que lo interpretara. Yo lo conocía a Añón: tenía un zapato ortopédico, era peticito y gordito.

La película es un viaje en un LeyLand viejo en el que Añón y Salgado charlan sobre el futuro; es un viaje por la historia. La profesionalidad con que está hecha permitió que se hiciera la inversión de traer una máscara para el actor. Una máscara de esas que se han visto en el programa de Marcelo Tinelli cuando se personificaban políticos. Esas máscaras exigen que dos o tres personas que son de la empresa, en una filmación que se hizo durante 24 horas, estén cubriéndola, reparándola y sacándosela al actor porque éste se ahoga si la tiene puesta tanto tiempo. Es complicado, pero quedó bastante bien Añón.

¿Fue fácil resumir una historia como la de Cutcsa en 75 minutos de filmación?

Siempre cuando se hace una película, como cuando se escribe un libro, es muy difícil cortar. Es como una nota. Como soy hombre de diario estoy acostumbrado, pero cortar una nota es dificilísimo también. Bueno, en una película es dificilísimo.

¿Cuáles fueron los aspectos importantes que a su entender no podían quedar ajenos a la misma?

La lucha contra los ingleses que era una lucha por la subsistencia, en donde ahí se ve a Añón con toda su potencia. Era un gallego de pocas palabras, pero muy duro. Esa es decisiva.

La superación de la crisis del 2002 es muy importante, ahí ya con Salgado en la presidencia. Después, la idea de Salgado como impulsor de convertir a Cutcsa en una empresa que tenga otro negocio como son las Torres Nuevocentro en el viejo predio que había comprado Añón, al que iban los gallegos a pedirle trabajo.

Esos tres ejes son inevitables hoy en día en la historia misma del transporte en Uruguay porque la asamblea que cambia, modifica los rubros en los cuales Cutcsa puede intervenir para que tuviera un proyecto como el de Nuevocentro. Es una cosa muy novedosa de alguien que realmente tiene un concepto importante de lo que es el futuro de una empresa de Uruguay que debe diversificarse y debe tomar varios rubros para poder incrementar su presencia.

¿Qué desafío implicó recrear la figura de Añón?

El actor, que es de San José, que trabaja en humoristas “Sociedad Anónima” en carnaval, implicó primero que tuviera un acento medio gallego y segundo ir dándole un poco los gestos, las actuaciones y los parlamentos. Era como llevarlo a la vieja historia de lo que era Añón. Ahí me facilitó un poco el haberlo conocido. Creo que la gente de Cutcsa quedó muy conforme.

¿Y desde la pluma? Desde el lugar de escribir los parlamentos.

Eso va construyéndose a medida que uno estudia porque lo que no tiene la película es ficción. Soy enemigo de las novelas históricas porque uno no sabe que es verdad y que es ficción. Por eso me niego a leer esos textos.

Entonces, como soy fanático de la verdad histórica, como la llamo yo, la película de Cutcsa no tiene nada de ficción. Es todo verdad histórica documentada a través de los diarios, de las actas que tiene Cutcsa y de la diversa documentación que se pudo conseguir, sobre todo de la época en que fue intervenida por el Gobierno Departamental.

Está todo documentado. A mí me queda la satisfacción de que nada es ficción.

A raíz de todo lo que describió anteriormente, ¿puede decirse que Salgado es el refundador de Cutcsa?

Creo que tiene un mérito enorme. Primero porque es el hijo de un inmigrante gallego que manejaba un ómnibus y, además, él entró a manejar un ómnibus. Entonces, conoce la compañía desde adentro. No es un teórico que viene con sueños de no sé qué, sino que lo que dice está solventado en lo que vivió. Lo vivió después en el Consejo siendo ayudante. Es una carrera muy meritoria.

Creo que hoy es la persona que más conoce del transporte en Uruguay y que más sabe del mundo de transporte. Creo que éste es uno de los grandes problemas que hoy tiene el país. El transporte en sí, que no son solamente los ómnibus, sino lo que él llama la movilidad, es una de las cosas más importantes que tiene a resolver la ciudad porque el atascamiento de los autos es brutal.

Salgado está convirtiéndose en una figura del transporte. Sabe mucho del transporte en Montevideo.

¿Quedó conforme con la obra?

A mí me gusto, quedé conforme. No sé ellos. Cuando se exhibió había mucha gente, había como 4.000 personas en el Antel Arena. Creo que estuvo bien porque se hizo una cosa intima de Cutcsa y creo que les sirvió mucho, que también era un objetivo que tenía Salgado, para cuando entra gente a Cutcsa. O sea, exhibírsela a los que empiezan a trabajar ahí. La película no tuvo ningún fin comercial, es otra de las cosas que hay que destacar. Es una idea, por ejemplo, para el fútbol; eso que hoy se llaman charlas motivacionales y esas cosas. Me parece que no hay nada mejor que sentarlos 75 minutos. Me parece sensacional.

Me parece una inversión importante porque, a pesar de toda la tecnología y todo eso, me parece que el capital humano es importante y creo que la película lo logra captar. Además, la gente fue con la familia que eso es importantísimo, que creo que es una de las grandes virtudes que tiene Cutcsa, que es una empresa familiar aún, pero que Salgado la ha potenciado en el salto de calidad, pero con el agregado de ser una súper empresa. Me parece que ese objetivo se va a cumplir.

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