Un impuesto por la salud

Escuche la nota completa aquí:

La ministra de Salud Pública, Cristina Lustemberg, calificó la propuesta de “impuesto saludable” y confirmó haber conversado el tema con el titular de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone. El informe técnico sostiene que la carga impositiva real sobre el tabaco se ha mantenido prácticamente sin variaciones significativas en los últimos años, situándose por debajo de los estándares recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Los datos económicos respaldan la iniciativa. Los costos médicos directos atribuibles al tabaquismo en Uruguay alcanzan al 1,5 por ciento del Producto Interno Bruto. Esta cifra supera ampliamente la recaudación fiscal por impuesto al tabaco, que ronda el 0,3 por ciento. Lustemberg señaló que existe la voluntad política de “avanzar con todo lo que haga falta” en este asunto.

Como base, en el marco del Día Mundial sin Tabaco, el gobierno uruguayo presentó un nuevo compromiso para su política nacional de control del tabaco, lo que reafirmó el liderazgo del país en salud pública y su adhesión al Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT).

En ese entonces, el Ministerio de Salud Pública habría presentado en el evento una hoja de ruta con cinco líneas estratégicas para orientar la nueva etapa de la política nacional. Entre ellas se encuentra el fortalecimiento de los mecanismos de fiscalización para garantizar el cumplimiento efectivo de la normativa vigente. La ampliación de las comisiones asesoras, promoviendo una gobernanza multisectorial. 

Asimismo, el desarrollo de campañas de sensibilización y capacitación dirigidas a la población y al personal de salud. La aplicación de la Encuesta Mundial sobre Tabaquismo en Jóvenes (GYTS) en coordinación con la ANEP y la Junta Nacional de Drogas, para monitorear tendencias y diseñar respuestas efectivas. Así como, la implementación de un asistente virtual para dejar de fumar, desarrollado con el apoyo de AGESIC, como herramienta innovadora para el acompañamiento personalizado.

En su intervención, la ministra Lustemberg recordó que el tabaquismo sigue siendo la principal causa de muerte evitable en Uruguay y en el mundo. “La mitad de las personas que fuman fallecerá por causas relacionadas al tabaco. Hoy mueren 18 personas por día en Uruguay a causa de este consumo”, advirtió.

Uruguay, desde la ratificación del CMCT en el año 2005, ha sido reconocido internacionalmente por un enfoque riguroso y pionero, centrado en el derecho a la salud. Entre las políticas aplicadas se destacan los ambientes 100% libres de humo, el empaquetado neutro, la prohibición total de la publicidad, promoción y patrocinio, y la cobertura del tratamiento para dejar de fumar en el primer nivel de atención.

Asimismo, el país ha mantenido la prohibición de la venta e importación de cigarrillos electrónicos, ante la creciente preocupación por su uso entre adolescentes. Datos recientes indican que un 9,9% de los jóvenes de entre 13 y 15 años utilizaron vapeadores en el último mes. “Esta decisión reafirma el camino que Uruguay ha elegido: construir políticas públicas sólidas, basadas en evidencia científica, centradas en el cuidado de la salud y alineadas con los estándares internacionales”, subrayó Lustemberg.

Como parte de este fortalecimiento de la política sanitaria, se anunció la derogación de los decretos 87/021 y 282/022, adoptados en años recientes, que habían introducido flexibilizaciones en la normativa nacional de control del tabaco. Esta acción se enmarca en el compromiso del país con las obligaciones asumidas bajo el Convenio Marco de la OMS. La combinación de un impulso fiscal, basado en evidencia local, y una actualización integral de la estrategia nacional, marca el rumbo de los próximos pasos de Uruguay en su lucha contra la epidemia de tabaquismo.