Una reforma que desproteje y pagará menos

En su intervención en la Comisión Especial de diputados que analiza el tema de la reforma social, la delegación de la central de trabajadores expresó que la propuesta del gobierno no valora en su real dimensión la situación del mercado de trabajo y sus condiciones actuales, al respecto dijo que «Dada las debilidades y precariedad del mercado laboral y la tendencia a una mayor desigualdad y exclusión de sectores con menores calificaciones y habilidades que tienden a transformarse en obsoletas, el sistema de protección social en general y jubilatorio en particular precisa fortalecer cada vez más los pilares no contributivos que garantizan los derechos de la población más vulnerable”.

Se estableció una preocupación y una alarma puntual en la situación de las mujeres en el mundo del trabajo, “como sabemos ganan menos y aportan menos años producto de su mayor participación dentro del trabajo no remunerado asociado a la reproducción de la vida y los cuidados.”

La propuesta así formulada “plantea consolidar a mediano y largo plazo un régimen cada vez más contributivo, que tiende a erosionar los componentes solidarios y redistributivos del sistema”. 

Desde el punto de vista de la retribuciones existen grandes diferencias entre lo que expresa el gobierno y lo que afirman los trabajadores terminará sucediendo, “Esta reforma no solo implicará trabajar más años sino cobrar menos”, sentencian.

Según la central “resulta obvio que, comparado con el régimen vigente a los 65 años, la propuesta de reforma implica una rebaja generalizada de las prestaciones para todos los trabajadores. Pero incluso si la comparación se hace con el régimen actual a los 60 años, está demostrado que no es posible hacer las generalizaciones que hace el gobierno”.

Pasado a números y según los informes técnicos del PIT-CNT, “alguien con 30 años de aportes, que bajo el régimen vigente se retira a los 60 años con $ 36.700, pasará a retirarse a los 65 años de edad con unos $ 28.400, una diferencia superior a $ 8.000 que representa una caída de 23% en el haber jubilatorio mensual”.

A si mismo citan un estudio del Centro de Investigaciones Económicas (CINVE) donde se analizan un universo mayor de casuística que concluye “que en muchos casos la gente cobrará menos de lo que cobraría hoy 5 años antes. Por lo tanto, si hay un compromiso político de que la gente trabajará más pero no cobrará menos, debemos decir que este precepto la ley no lo cumple y es fundamental que los diputados y la ciudadanía en general lo sepan», indicaron.  

Otras de las fuertes críticas que ha recibido el proyecto de reforma es el rol y el beneficio que se les termina otorgando a las AFAPS, en la visión de los trabajadores el “desempeño del régimen de capitalización individual durante estos casi 27 años necesidad de una reforma estructural de este pilar”. El PIT CNT propone eliminar las AFAP y trasformar el actual régimen en un “pilar de ahorro administrado profesionalmente por una agencia estatal especializada sin fines de lucro».

Se señalaron finalmente problemas de diseño en la ley, “al plantear cambios muy drásticos entre trabajadores con apenas unos días o meses de diferencia en su edad. Concretamente, se plantea que mientras alguien nacido en 1972 pueda jubilarse en 2032 a los 60 años de edad bajo el régimen vigente, una persona nacida en 1973 tenga condiciones totalmente diferentes: enfrentará una edad mínima de retiro de 63 años por lo que recién podrá jubilarse en 2036, con una ponderación de 65% del régimen propuesto y solo un 35% del régimen vigente”.